Exhiben a camarista por husmear en pertenencias de un turista y consumir medicamento por error

El viajante subió a sus redes sociales el deplorable y hasta gracioso hecho, que expuso la reprobable conducta del empleado

Alfredo Sosa | La Prensa

  · viernes 22 de abril de 2022

Foto: vía: @nickthomson_4

Vaya suceso que se dio en un hotel de Tulum, Quintana Roo, pues resulta que un turista inglés compartió por redes sociales el curioso episodio que pasó uno de sus amigos durante sus vacaciones por aquellos paraísos mexicanos.

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El asunto fue que el amigo regresó a su cuarto de hotel después de haber bajado a desayunar y de vuelta en su habitación, encontró a uno de los camaristas tirado sobre su cama en un estado casi inconsciente, luego de revisar sus pertenencias e ingerir un medicamento que no debía.

En las redes sociales se pudo leer: “Solo regresé de desayunar para encontrarme que el camarista había encontrado mi bolsa de special k (ketamina) (…) seguramente pensó que era cowie (droga), y lo encontramos tieso”, se lee en el texto de una de las imágenes que publicó el turista en su cuenta de Twitter.

Camarista consume droga y queda tieso Foto/@nickthomson_4

En las imágenes compartidas en sus redes, se pudo ver a personal del hotel que se encargó de retirar del cuarto al camarista medio inconsciente, mientras el turista tomaba evidencia de todo lo que pasaba con su teléfono celular.

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En las imágenes se puede apreciar el lamentable estado en el que quedó el empleado del hotel, quien no podía sostenerse en pie, tras inhalar la ketamina, además de que se observa polvo blanco en uno de los orificios nasales del curioso camarista, y un sinfín de gestos chistosos que no paraba de hacer.

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¿QUÉ FUE LO QUE INHALÓ EL EMPLEADO?

El químico que consumió el camarista, propiedad del turista, se trata de Ketamina, un fármaco poco empleado en la actualidad, pero con efectos muy potentes como anestésico, el cual se utiliza en algunos casos, para el tratamiento del dolor agudo o crónico.

Pues a este muchacho pasó como dice el dicho: “la curiosidad mató al gato”, pues vaya que andar revisando lo que no es suyo y luego meterse al cuerpo lo que se desconoce, vaya que lo pagó caro este empleado de hotel.

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