México.- Este 20 de agosto se celebra el Día mundial de la papa frita, y no hay una razón histórica que la acompañe, solo que este alimento al cual muchos consideran como la guarnición perfecta se merecía su día.
La primera vez que este alimento fue mencionado en un registro histórico, fue en la obra Cautiverio Feliz (1673) de Francisco Núñez de Pineda y Bascuñán. En el texto se detalla que las mujeres “enviaban las papas fritas y guisadas” a los caciques.
Es probable que en esa época las papas fueran cortadas en dados u otra forma y seguramente fritas en manteca, como era costumbre entonces.
Pero tal como las conocemos hoy, en forma de bastones, se originaron entre Bélgica y Francia, en una pelea histórica que aún no termina.
Los franceses se adjudican la invención de esta delicia y según dicen a fines del siglo XVIII sobre el Pont Neuf de París donde se instalaban los vendedores de este plato, que preparaban a la vista de sus clientes dentro de braseros y sartenes las porciones de papas fritas. Aunque en muchos lugares figuran como de origen Belga.
Mientras que los belgas la cocinan en dos etapas: en aceite y con grasa; los franceses sólo en aceite.
Cómo preparar las papas fritas perfectas
Después de pelar y cortar las papas, dejarlas en remojo en agua fría para que suelten el almidón. De esta forma saldrán de la fritura más crocantes y no aceitosas.
En un repasador, dejar escurrir y orear.
Para cocinarlas, el aceite debe ser abundante y la temperatura de la sartén tiene que estar bien caliente. Una vez en el aceite no hay que revolverlas, pero si moverlas para evitar que se peguen.
Una vez cocidas, colocarlas en un bowl amplio, para que no se apelmacen y queden blandas.
Es importante no salarlas cuando estén calientes. Esto es porque la sal hace que liberen líquidos y pierdan los crocantes.
Con información de Infobae