Luego de que durante un parlamento abierto que se llevó a cabo en San Lázaro, la alcaldesa de Reynosa, Tamaulipas, Maki Ortíz propusiera crear un impuesto para el comercio informal, incluyendo la venta de comida como tacos, elotes, tamales entre otras delicias que forman parte de la dieta de los mexicanos, las reacciones han sido negativas.
La alcaldesa planteó que se aplique una tasa del 5% sobre los ingresos obtenidos por las personas que se dediquen a esta actividad empresarial, el cual se distribuiría entre los municipios que más aporte en este rubro.
Las declaraciones de la funcionaria local dejaron sorprendidos a más de uno ya que no solo hizo la mencionada propuesta, también dijo que la federación debe ocuparse del flujo de migrantes que al municipio que gobierna le cuesta mucho mantener.
Afirmó que a Reynosa le cuesta entre 300 y 500 pesos atender a cada migrante, que incluye gastos de primera necesidad, alimento, alojamiento educación y atención médica.
“Es un gasto muy caro, no contemplado, quitaron ese Fondo Migrante y ojalá lo reconsideraran. Nos exige esa gente que invade nuestras ciudades, nos exigen servicios públicos”.
Por si esto fuera poco, terminó publicando en sus redes sociales “si queremos un federalismo fuerte, debemos tener una repartición más justa de los recursos”.
Ante esto usuarios de redes sociales reaccionaron así:
