Si hablamos de botanas que suelen consumirse mientras las personas beben o platican, México es sin duda uno de los países con más variedad de platillos, que si bien, en su gran mayoría involucran semillas o papas fritas, existe uno en especial que a pesar de que su nombre indica lo contrario, es casi tan mexicano como el chile y el cacao.
Hablamos del cacahuate estilo japonés, que a pesar de que su mismo nombre indica un origen en el país del sol naciente, su fórmula y preparación fue inventada en nuestro país.
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Las acusaciones de espionaje que resultaron en la invención del cacahuate japonés
Yoshigei Nakatami fue un inmigrante japonés que llegó a nuestro país en 1932 y tras quedar desempleado por el cierre de la fábrica donde trabajaba, luego de que su dueño fuera investigado por espionaje en medio de la Segunda Guerra Mundial, Yoshigei buscó formas de sostener a su creciente familia, por lo que incursionó como comerciante en el Mercado de la Merced, en donde tomó cierta fama al vender muéganos y una nueva receta de frituras a las cuales nombró Oranda, en honor al pez naranja japonés.
Ya como comerciante, buscó crear una botana que le recordara a su pais natal, por lo que decidió hacer su propía versión de mamekashi, el cual es semilla cubierta de una capa de harina condimentada. Fue así como eligió crear el cacahuate y para empaquetarlo, utilizó un diseño de una Geisha, hecho por su hija Elvia. De inmediato dicha botana tomó amplia fama en el centro de la CDMX, a tal grado que fundó la empresa Nipón, a lado de su hijo Armando.
A pesar de que la patente de la botana no fue registrada por el mismo Yoshigei Nakatami, su empresa logró vivir de manera independiente hasta 2017, año en el que fue comprada por la empresa Totis y con ello, el legado de dicha botana, garantiza permanecer vigente en nustro país por varias décadas más.
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