En 2005, antes de que estuviera de moda tener un pódcast, el locutor y cineasta mexicano Olallo Rubio encontró en este novedoso formato una oportunidad de liberarse de las ataduras de los medios de comunicación convencionales.
Años después nacería Convoy Network, “el Netflix de los pódcast”, con una abismal diferencia: todo su contenido es propio.
“Nosotros sabíamos que el pódcast era el futuro”, asegura este miércoles Rubio, con cierto aire de presunción, en una entrevista con Efe.
Olallo recuerda muy bien la portada que la revista Wired presentó en marzo de 2005. Se trataba de un radio explotado que había sido atravesado por una bala con la leyenda escrita de: “El final de la radio”.
En un espacio recóndito de dicho número editorial había una pequeña columna que hablaba de lo que era el pódcast. Impulsado por el productor Javier Umpierrez, y en colaboración con él, ese mismo año presentó “El pódcast de Olallo Rubio”.
“Siempre había querido hacer monólogos producidos, de 15 minutos con sampleos, muy musicalizados, editados, en el que pudiera hablar conmigo mismo y así lo hicimos. La condición era hacer un episodio distinto cada vez, nunca repetirnos, fue la ley que nos autoimpusimos”, narra.
El recibimiento fue bueno, de estar acostumbrado a tener repercusión únicamente en la Ciudad de México y su área metropolitana y contadas regiones a nivel país, con el pódcast el alcance se disparó a un público internacional hispanohablante.
“Empezó como un experimento pero después dejó de serlo y empezamos a vivir del pódcast”, cuenta el autor del documental “Ilusión nacional” (2014).
De 2005 a 2014 Rubio se mantuvo activo en este nuevo formato, aunque fue intermitentemente, puesto que su carrera como cineasta también le demandaba atención.
UN SALTO AGIGANTADO
De esa primera experiencia y después de vivir en carne propia la explotación de las grandes empresas comunicativas, así como la censura, surge la necesidad de expansión, por lo que para 2016 lanza Convoy Networks.
“Queríamos tener nuestra propia herramienta de distribución y por lo mismo desarrollamos una plataforma, esto implicó un reto tecnológico que no imaginamos por ingenuos”, asegura y dice que en la actualidad se han convertido en una empresa de tecnología que nunca imaginó.
Actualmente son 150 títulos originales los que se albergan en la plataforma y más de 80.000 horas de audio a los que el público tiene acceso por medio de una suscripción de renovación automática.
Pódcast de política, historias biográficas, musicales, productos de comedia, de movimientos sociales, de literatura, de teorías conspirativas, de crímenes reales, entre muchos otros temas, habitan la plataforma que cuenta con más de 180.000 “convoyentes” (suscriptores) y medio millón de descargas.
“Convoy es una comunidad de comunicadores y de escuchas, operamos como un convoy, que es un conjunto de vehículos que se transportan hacia una dirección específica en conjunto para apoyarse mutuamente en cuestiones de seguridad y así es como sentimos que funcionamos nosotros”, relata Rubio sobre la cercanía entre sus compañeros locutores y las peticiones del público.
DE PÓDCAST A PELÍCULA
Otro de los grandes logros de la plataforma, que se caracteriza además por su aguda mirada crítica a todos los temas que aborda, fue la creación de una película fondeada en su totalidad por los “convoyentes”.
Se trata de “¿Por qué la vida es así?”, un documental basado en el pódcast más exitoso de la plataforma “¿Por qué?”, próximo a estrenarse.
Además, fuera de Convoy, Olallo tiene en puerta una miniserie documental de cuatro capítulos y un largometraje de los que aún no puede hablar.