/ miércoles 2 de diciembre de 2020

Natural | Instalan hoteles y comedores para las abejas

En los últimos años, 90% de la población de estos insectos ha desaparecido. Según Albert Einstein, si estos insectos se extinguen, la humanidad duraría cuatro días

La crisis ambiental por la que el mundo entero atraviesa ha provocado que hasta las actividades económicas más esenciales como la agricultura se reinventen, persiguiendo el objetivo de ser más sostenibles y contribuir a la recuperación del equilibrio ambiental en el menor tiempo posible.

Acciones que parecerían ser inocuas para el medio ambiente como la agricultura llevan consigo una gran responsabilidad para su cuidado y que recae en el futuro de la vida humana.

Más allá de las cosechas de calidad, una de las principales preocupaciones que deben ser resueltas es la de ofrecer protección a insectos polinizadores como las abejas, animales que desempeñan un papel sumamente importante en la producción de alimentos, pero que hoy en día está catalogada como una especie en peligro de extinción.

De acuerdo con Greenpeace, la polinización de las flores, un proceso natural que permite que se fecunden las flores para generar frutos y semillas, es vital para la alimentación humana y para preservar la biodiversidad de la flora en el mundo. No obstante, resulta alarmante la noticia de que las abejas, principales insectos polinizadores, están desapareciendo.

Operación Polinizador intenta regresar espacios de biodiversidad de plantas y animalesMontserrat Benítez / Directiva de Syngenta

Existen otros más, como los abejorros y las mariposas que también desempeñan esta increíble labor, pero sus población también se han visto vulnerada por distintos factores, tales como la pérdida de hábitats, prácticas de la agricultura industrializada como los monocultivos, lo que causa una menor diversidad de alimento para estos insectos, el uso de plaguicidas, parásitos, enfermedades; especies vegetales y animales invasoras; e impactos del cambio climático.

Sin las abejas, según cálculos de Albert Einstein, la humanidad duraría cuatro días. Actualmente, las abejas son consideradas por Earthwatch como el ser vivo más importante del planeta, debido a que 70 por ciento de la agricultura mundial depende directamente del trabajo de polinización de estos animales.

Además, de acuerdo con la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO, por sus siglas en inglés), aproximadamente dos terceras partes de las plantas cultivadas que se utilizan para la alimentación de seres humanos dependen de la labor de estos insectos.

Sin embargo, Earhwatch detalla que en los últimos años ha desaparecido 90 por ciento de su población mundial.

La extinción de las abejas condenaría a a más de 250 mil especies de plantas en todo el mundo, señalan los cálculos de la FAO.

Foto: Xinhua

PROTECCIÓN

Para proteger a estas especies, Sygenta, una empresa dedicada a la investigación de los cultivos, asegura que la agricultura, además de ocuparse de la alimentación de millones de personas, debe ser amigable con el entorno y los seres vivos que dependen de ella, por lo que sostiene que uno de los compromisos que ésta debe perseguir es proteger la biodiversidad.

El año pasado, la compañía puso en marcha en México Operación Polinizador.

Se trata de un programa internacional sobre biodiversidad, que busca fomentar las poblaciones de insectos polinizadores en el sector agrícola. Aunque este proyecto fue recién introducido en seis parcelas de Puebla, Tlaxcala y Jalisco, el programa está en marcha desde hace más de 10 años en 42 países.

Para alcanzar la preservación de la biodiversidad, Operación Polinizador se basa justo en el incremento de polinizadores, como las abejas y otros insectos benéficos para los cultivos por medio de la siembra de vegetación que desempeña el rol de “comedores” para estos insectos.

Dichos espacios son diseñados a partir de un método científico para el establecimiento de hábitats en zonas de cultivo que brindan refugio, alimento y vías de tránsito a las abejas, tal como si fueran hoteles y comedores para los insectos.

Los hábitats parten de la investigación y análisis de tipos de clima, terreno y cultivos, con lo que se elige una serie de flores y plantas ideales que proveerán de alimento y refugio para polinizadores.

“El objetivo de Operación Polinizador es mejorar la diversidad en las áreas de producción agrícola a través de la generación de espacios diseñados para motivar la presencia de insectos benéficos y polinizadores”, señaló en entrevista para El Sol de México Montserrat Benítez, líder de Sostenibilidad para Latinoamérica norte de Syngenta.

Foto: Xinhua

No obstante, existe un beneficio más, esta vez para el agricultor, ya que proporciona importantes servicios ecosistémicos como la polinización y el control de plagas, que mejoran el rendimiento.

De acuerdo con Syngenta, los insectos polinizadores son cruciales para el éxito de la producción de cultivos alimentarios, pues 75 por ciento de los cultivos dependen directamente de la polinización a través de insectos y se estima que el valor de los polinizadores para el ecosistema global es de más de 150 mil millones de euros al año.

“Hay cultivos, como las berries (como los frutos rojos o del bosque), que son un cultivo súper importante para México. Somos exportadores y si no hay insectos en el campo los cultivos no se polinizan y no se reproducen las plantas. No se producen las frutas”, explicó la especialista de Syngenta.

Sin embargo, en los últimos años, los polinizadores se han visto amenazados por una serie de factores, entre los que se encuentran la pérdida y fragmentación de su hábitat, la intensificación agrícola, el uso no sostenible de productos fitosanitarios, la contaminación ambiental, los patógenos y el cambio climático, entre otras más, razón por la cual es necesario frenar el declive de estos insectos a través de prácticas sostenibles, asegura Syngenta.

Por otra parte, existe un reto al que se enfrenta la agricultura actualmente, y es que los monocultivos predominan en la industria, cerrando las puertas a la diversidad de especies.

“Operación Polinizador lo que intenta es regresar estos espacios de biodiversidad de plantas y animales a los espacios productivos destinados a la agricultura.

Hemos probado en las ocho millones de hectáreas en las que ya está implementado el programa que es perfectamente posible los cultivos mixtos. El programa cuenta con un enfoque científico que busca que cinco por ciento de la extensión del predio se destine para plantas nativas o para flores que sean atractivas para los polinizadores. Que el mismo agricultor lo tenga como parte de su predio y entienda cuáles son los beneficios que trae en el cultivo”, explicó la vocera de Syngenta.

A partir de lo anterior y de los resultados ya obtenidos en otras partes del mundo, la empresa presume de tres principales beneficios que aporta el programa.

El primero es en la economía de los agricultores, pues aseguran que con la polinización, los frutos tienen un mejor llenado, lo que se traduce en mayores ingresos y certificaciones de calidad para su venta.

Foto: Xinhua

Por otro lado, se encuentran los beneficios al medio ambiente, ya que regresan especies que ya no tenían refugios en regiones agrícolas, incrementan los insectos benéficos, se crean hábitats de alimentos para pequeños mamíferos y aves, se diseñan corredores para polinizadores y se protege el agua y se reduce la erosión.

“Tenían que pasar mucho tiempo volando, una mariposa, una abeja, para encontrar estas plantas que sirven de alimento y de ‘hospedaje’”, insistió Benítez.

Además, aumenta el valor social del paisaje al igual que las oportunidades de ecoturismo, y crece la protección del ecosistema por parte de la sociedad.

Los buenos resultados llegaron a México, ejemplo de ello es lo que cuenta Alfonso Begines Ibáñez, productor de berries establecido en Ciudad Guzmán, Jalisco, quien compartió que se ha valido de las abejas para mejorar sus cultivos.

“Los beneficios que hemos obtenido se han reflejado en la calidad, que se ha visto beneficiada en un muy alto porcentaje. Tenemos muchos cultivos de berries totalmente polinizados y llenos. Ganas peso, ganas calidad, ganas uniformidad”.

CULTIVOS BASTOS Y SIN PLAGAS

Parte del proyecto de Syngenta es ofrecer la guía y capacitación a los agricultores para que conozcan la diversidad de insectos que llegará a su cultivo y aprender las características de cada uno de ellos para saber cuáles de son benéficos y deben conservarse y, por el contrario, cuales representan un peligro para su cultivo.

“El gran problema son las plagas, porque son insectos que llegan de manera muy sigilosa y a veces los agricultores ni cuenta se dan y pueden atacar el cultivo, pueden consumirlo en cuestión de meses o días, pero también existen otro tipo de insectos, los benéficos y a ellos pertenecen los polinizadores”, indicó Benítez.

Al tener clara esta distinción, otro de los beneficios que aporta para los agricultores el preservar a los insectos buenos para su cultivo es que, por naturaleza, algunos de ellos son depredadores de plagas, por lo que su presencia en el predio ayudará a controlar a los “enemigos”.

Foto: Xinhua

OTRAS ACCIONES

Además, del análisis científico y planeación de los comedores para polinizadores, el programa también estipula la capacitación de campesinos sobre cómo aplicar productos químicos para no dañar a las abejas, de acuerdo a su conducta.

“También esta parte de cómo creamos conciencia en los agricultores de la importancia de los polinizadores. Ellos dicen ‘tenemos esa necesidad de retribuir a la naturaleza todo lo que nos ha dado’ y justo esta es una forma de cuidar su tierra”.

Asimismo, la empresa entrega manuales y la orientación de técnicos especializados para montar las franjas de plantas atractivas y mantenerlas adecuadas para que cumplan su función.

A un año de que Syngenta puso en marcha el programa en México, la líder de Sostenibilidad para Latinoamérica asegura que el próximo año planean ampliar el programa en México.

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La crisis ambiental por la que el mundo entero atraviesa ha provocado que hasta las actividades económicas más esenciales como la agricultura se reinventen, persiguiendo el objetivo de ser más sostenibles y contribuir a la recuperación del equilibrio ambiental en el menor tiempo posible.

Acciones que parecerían ser inocuas para el medio ambiente como la agricultura llevan consigo una gran responsabilidad para su cuidado y que recae en el futuro de la vida humana.

Más allá de las cosechas de calidad, una de las principales preocupaciones que deben ser resueltas es la de ofrecer protección a insectos polinizadores como las abejas, animales que desempeñan un papel sumamente importante en la producción de alimentos, pero que hoy en día está catalogada como una especie en peligro de extinción.

De acuerdo con Greenpeace, la polinización de las flores, un proceso natural que permite que se fecunden las flores para generar frutos y semillas, es vital para la alimentación humana y para preservar la biodiversidad de la flora en el mundo. No obstante, resulta alarmante la noticia de que las abejas, principales insectos polinizadores, están desapareciendo.

Operación Polinizador intenta regresar espacios de biodiversidad de plantas y animalesMontserrat Benítez / Directiva de Syngenta

Existen otros más, como los abejorros y las mariposas que también desempeñan esta increíble labor, pero sus población también se han visto vulnerada por distintos factores, tales como la pérdida de hábitats, prácticas de la agricultura industrializada como los monocultivos, lo que causa una menor diversidad de alimento para estos insectos, el uso de plaguicidas, parásitos, enfermedades; especies vegetales y animales invasoras; e impactos del cambio climático.

Sin las abejas, según cálculos de Albert Einstein, la humanidad duraría cuatro días. Actualmente, las abejas son consideradas por Earthwatch como el ser vivo más importante del planeta, debido a que 70 por ciento de la agricultura mundial depende directamente del trabajo de polinización de estos animales.

Además, de acuerdo con la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO, por sus siglas en inglés), aproximadamente dos terceras partes de las plantas cultivadas que se utilizan para la alimentación de seres humanos dependen de la labor de estos insectos.

Sin embargo, Earhwatch detalla que en los últimos años ha desaparecido 90 por ciento de su población mundial.

La extinción de las abejas condenaría a a más de 250 mil especies de plantas en todo el mundo, señalan los cálculos de la FAO.

Foto: Xinhua

PROTECCIÓN

Para proteger a estas especies, Sygenta, una empresa dedicada a la investigación de los cultivos, asegura que la agricultura, además de ocuparse de la alimentación de millones de personas, debe ser amigable con el entorno y los seres vivos que dependen de ella, por lo que sostiene que uno de los compromisos que ésta debe perseguir es proteger la biodiversidad.

El año pasado, la compañía puso en marcha en México Operación Polinizador.

Se trata de un programa internacional sobre biodiversidad, que busca fomentar las poblaciones de insectos polinizadores en el sector agrícola. Aunque este proyecto fue recién introducido en seis parcelas de Puebla, Tlaxcala y Jalisco, el programa está en marcha desde hace más de 10 años en 42 países.

Para alcanzar la preservación de la biodiversidad, Operación Polinizador se basa justo en el incremento de polinizadores, como las abejas y otros insectos benéficos para los cultivos por medio de la siembra de vegetación que desempeña el rol de “comedores” para estos insectos.

Dichos espacios son diseñados a partir de un método científico para el establecimiento de hábitats en zonas de cultivo que brindan refugio, alimento y vías de tránsito a las abejas, tal como si fueran hoteles y comedores para los insectos.

Los hábitats parten de la investigación y análisis de tipos de clima, terreno y cultivos, con lo que se elige una serie de flores y plantas ideales que proveerán de alimento y refugio para polinizadores.

“El objetivo de Operación Polinizador es mejorar la diversidad en las áreas de producción agrícola a través de la generación de espacios diseñados para motivar la presencia de insectos benéficos y polinizadores”, señaló en entrevista para El Sol de México Montserrat Benítez, líder de Sostenibilidad para Latinoamérica norte de Syngenta.

Foto: Xinhua

No obstante, existe un beneficio más, esta vez para el agricultor, ya que proporciona importantes servicios ecosistémicos como la polinización y el control de plagas, que mejoran el rendimiento.

De acuerdo con Syngenta, los insectos polinizadores son cruciales para el éxito de la producción de cultivos alimentarios, pues 75 por ciento de los cultivos dependen directamente de la polinización a través de insectos y se estima que el valor de los polinizadores para el ecosistema global es de más de 150 mil millones de euros al año.

“Hay cultivos, como las berries (como los frutos rojos o del bosque), que son un cultivo súper importante para México. Somos exportadores y si no hay insectos en el campo los cultivos no se polinizan y no se reproducen las plantas. No se producen las frutas”, explicó la especialista de Syngenta.

Sin embargo, en los últimos años, los polinizadores se han visto amenazados por una serie de factores, entre los que se encuentran la pérdida y fragmentación de su hábitat, la intensificación agrícola, el uso no sostenible de productos fitosanitarios, la contaminación ambiental, los patógenos y el cambio climático, entre otras más, razón por la cual es necesario frenar el declive de estos insectos a través de prácticas sostenibles, asegura Syngenta.

Por otra parte, existe un reto al que se enfrenta la agricultura actualmente, y es que los monocultivos predominan en la industria, cerrando las puertas a la diversidad de especies.

“Operación Polinizador lo que intenta es regresar estos espacios de biodiversidad de plantas y animales a los espacios productivos destinados a la agricultura.

Hemos probado en las ocho millones de hectáreas en las que ya está implementado el programa que es perfectamente posible los cultivos mixtos. El programa cuenta con un enfoque científico que busca que cinco por ciento de la extensión del predio se destine para plantas nativas o para flores que sean atractivas para los polinizadores. Que el mismo agricultor lo tenga como parte de su predio y entienda cuáles son los beneficios que trae en el cultivo”, explicó la vocera de Syngenta.

A partir de lo anterior y de los resultados ya obtenidos en otras partes del mundo, la empresa presume de tres principales beneficios que aporta el programa.

El primero es en la economía de los agricultores, pues aseguran que con la polinización, los frutos tienen un mejor llenado, lo que se traduce en mayores ingresos y certificaciones de calidad para su venta.

Foto: Xinhua

Por otro lado, se encuentran los beneficios al medio ambiente, ya que regresan especies que ya no tenían refugios en regiones agrícolas, incrementan los insectos benéficos, se crean hábitats de alimentos para pequeños mamíferos y aves, se diseñan corredores para polinizadores y se protege el agua y se reduce la erosión.

“Tenían que pasar mucho tiempo volando, una mariposa, una abeja, para encontrar estas plantas que sirven de alimento y de ‘hospedaje’”, insistió Benítez.

Además, aumenta el valor social del paisaje al igual que las oportunidades de ecoturismo, y crece la protección del ecosistema por parte de la sociedad.

Los buenos resultados llegaron a México, ejemplo de ello es lo que cuenta Alfonso Begines Ibáñez, productor de berries establecido en Ciudad Guzmán, Jalisco, quien compartió que se ha valido de las abejas para mejorar sus cultivos.

“Los beneficios que hemos obtenido se han reflejado en la calidad, que se ha visto beneficiada en un muy alto porcentaje. Tenemos muchos cultivos de berries totalmente polinizados y llenos. Ganas peso, ganas calidad, ganas uniformidad”.

CULTIVOS BASTOS Y SIN PLAGAS

Parte del proyecto de Syngenta es ofrecer la guía y capacitación a los agricultores para que conozcan la diversidad de insectos que llegará a su cultivo y aprender las características de cada uno de ellos para saber cuáles de son benéficos y deben conservarse y, por el contrario, cuales representan un peligro para su cultivo.

“El gran problema son las plagas, porque son insectos que llegan de manera muy sigilosa y a veces los agricultores ni cuenta se dan y pueden atacar el cultivo, pueden consumirlo en cuestión de meses o días, pero también existen otro tipo de insectos, los benéficos y a ellos pertenecen los polinizadores”, indicó Benítez.

Al tener clara esta distinción, otro de los beneficios que aporta para los agricultores el preservar a los insectos buenos para su cultivo es que, por naturaleza, algunos de ellos son depredadores de plagas, por lo que su presencia en el predio ayudará a controlar a los “enemigos”.

Foto: Xinhua

OTRAS ACCIONES

Además, del análisis científico y planeación de los comedores para polinizadores, el programa también estipula la capacitación de campesinos sobre cómo aplicar productos químicos para no dañar a las abejas, de acuerdo a su conducta.

“También esta parte de cómo creamos conciencia en los agricultores de la importancia de los polinizadores. Ellos dicen ‘tenemos esa necesidad de retribuir a la naturaleza todo lo que nos ha dado’ y justo esta es una forma de cuidar su tierra”.

Asimismo, la empresa entrega manuales y la orientación de técnicos especializados para montar las franjas de plantas atractivas y mantenerlas adecuadas para que cumplan su función.

A un año de que Syngenta puso en marcha el programa en México, la líder de Sostenibilidad para Latinoamérica asegura que el próximo año planean ampliar el programa en México.

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