En las últimas semanas las playas del sureste mexicano,especialmente en el estado de Quintana Roo, la llegada del sargazo a las costas se ha convertido en todo un problema que ha llevado a esa entidad a emitir una declaración de emergencia ante las grandes cantidades que salen a las costas,en León se ha convertido en un importante componente para fabricar calzado.
Para Benjamín y Mario López, padre e hijo y dueños de una empresa de calzado en León, las grandes cantidades de sargazo que han llegado a estas costas se convirtió en el pretexto perfecto y apegada a la idea de la empresa para emprender una nueva idea para fabricar zapatos con este material.
“Creo que fue apegándonos a nuestra filosofía como compañía que en donde unos ven un problema o un desperdicio, nosotros vemos una área de oportunidad y vimos un problema muy grande y fue una oportunidad muy grande para nosotros para hacer algo por ese problema” dijo Benjamín.
Inicialmente tanto Mario como Benjamín viajaron al Estado deQuintana Roo hace varias semanas y en las playas recogieron varias muestras de sargazo que transportaron a León en una maleta.
“Desde ahí nos empezamos a dar cuenta de lo que necesitábamos para traerlo, necesitamos traerlo seco porque húmedo se echa a perder, huele muy feo y entonces de ahí empezamos a hacer las pruebas” comentó Mario.
Dichas pruebas con el sargazo tuvieron una duración de ocho meses y en marzo del año en curso presentaron en la ciudad de Cancún el calzado cuya suela está hecha con esta alga y ahora han comenzado la planeación para fabricar a gran escala este tipo de zapatos.
“Todo inicia trayendo el sargazo seco y sin arena, se tritura, después de la trituración pasamos a la integración con los polímeros, que pueden ser desde polímeros inyectados hasta moldeados, en este caso utilizamos un inyectado y después de que tenemos el plástico con la integración del sargazo pasamos a la máquina de inyección a la cual podemos agregar más sargazo, cada par de zapatos tiene aproximadamente 100gramos de sargazo” explicó Mario López.
Dicho calzado pasó previamente por pruebas de uso, de durabilidad y de laboratorio para que fueran aptos para su uso diario y sin riesgo para el comprador.
“La intención fue darle un uso a ese material que hasta el momento no se le ha encontrado un uso y ese es el gran problema: que lo sacan del mar pero después no saben qué hacer con él” señaló Benjamín.
Después de que se presentó este tipo de calzado en la ciudad de Cancún, Quintana Roo el interés de los compradores ha sido muy elevado y por ello la empresa se encuentra buscando y planeando con distribuidores la forma de colocar los zapatos al alcance del consumidor.
“La intención fue buscar canales de distribución que tuvieran la mayor cobertura posible para llegar a más personas posibles, aquí mientras más pares podamos vender más botellas (de PET) evitamos que lleguen a contaminar los océanos y más sargazo sacamos del océano también” destacó Benjamín.
En la actualidad ya se fabrica este tipo de zapatos y se enviarán pedidos de muestras hacia el sureste mexicano, así como también varios distribuidores del Caribe, Centroamérica y Sudamérica han mostrado su interés.
Adicionalmente a la suela hecha de sargazo, el zapato también se construye con botellas de PET, “el zapato tiene cinco botellas dePET de 600 mililitros, el proceso es que se recolectan las botellas, pasan un proceso de limpieza, se trituran, pasan una máquina de succión que hace una fibra corta y esta fibra es de poliéster reciclado, después de esa fibra pasa a una máquina de hilado en el cual hacemos un hilo de PET reciclado que posteriormente pasa un procesos de tejido y lo presentamos en la parte del corte (del zapato)” platicó Mario.
Finalmente y tomando en cuenta la filosofía de la empresa una parte de las ventas de estos zapatos se destinará a acciones de limpieza de playas y océanos.
