/ martes 27 de febrero de 2024

Sol emite potente llamarada que se dirige a la Tierra: cómo nos afecta

Este fenómeno astronómico está clasificado como de una "intensidad extrema" y es el más fuerte en los últimos años

El Sol desató una potente llamarada solar el pasado 22 de febrero de este año, según informó el Observatorio de Dinámica Solar de la NASA. Esa explosión de energía, catalogada como una bengala X6.3, es vigilado atentamente por los científicos, ya que podría afectar a la Tierra de diferentes maneras.

Lee también: A 11 años del meteorito de Chelyabinsk, ¿se hace algo para prevenir futuras colisiones?

La clase X asignada a esta llamarada indica su intensidad extrema, mientras que el número 6.3 proporciona información adicional sobre la fuerza relativa de esta erupción solar. Esta “bengala X6.3” es la más fuerte en 7 años y podría causar afectaciones en todo el planeta.

Para anticiparse a los efectos que este fenómeno podría tener sobre la Tierra, la NOAA opera el Centro de Predicción del Clima Espacial, que ofrece pronósticos, vigilancia, advertencias y alertas relacionadas con el clima espacial.

La NASA, agencias espaciales de todo el mundo, centros de investigación y universidades realizan investigaciones continuas sobre el Sol y nuestro entorno espacial, utilizando instrumentos de alta tecnología para estudiar diversos aspectos, desde la actividad solar hasta la atmósfera solar y los campos magnéticos que rodean nuestro planeta.

¿Qué es una llamarada solar?

Una llamarada solar es una explosión repentina y violenta en la atmósfera del Sol que libera enormes cantidades de energía electromagnética y partículas cargadas en el espacio. Estas explosiones son causadas por la liberación repentina de energía almacenada en campos magnéticos que se encuentran en la atmósfera solar.

De acuerdo a la NASA: “Una llamarada solar es una intensa explosión de radiación procedente de la liberación de energía magnética asociada a las manchas solares. Las llamaradas son los eventos explosivos más grandes de nuestro sistema solar. Se ven como áreas brillantes al sol y pueden durar desde minutos hasta horas. Normalmente vemos una llamarada solar por los fotones (o luz) que se libera en todas las longitudes de onda del espectro. Las principales formas en que monitoreamos las llamaradas son mediante rayos X y luz óptica. Las llamaradas también son sitios donde se aceleran partículas (electrones, protones y partículas más pesadas).

Foto: Sdo.gsfc.nasa.gov

¿Cómo puede afectar a la Tierra?

Las emisiones de radiación asociadas con las llamaradas solares pueden interferir con las comunicaciones de radio en la Tierra, lo que puede causar problemas en las transmisiones de radio y televisión, así como en las comunicaciones satelitales y de telefonía móvil.

Además, las partículas cargadas emitidas por las llamaradas solares pueden causar apagones, al inducir corrientes eléctricas en las redes de energía eléctrica de la Tierra, lo que puede provocar fallos en los transformadores y daños en los equipos eléctricos.

Las señales de navegación, como las utilizadas en sistemas de GPS, pueden ser afectadas por las perturbaciones en la atmósfera terrestre causadas por las llamaradas solares, lo que puede resultar en errores de posicionamiento.

Otro efecto negativo es para los astronautas quienes al estar en el espacio están expuestos a un mayor riesgo de radiación durante las llamaradas solares, lo que puede aumentar el riesgo de cáncer y otros problemas de salud.

La reciente llamarada solar clasificada como extrema apunta a la necesidad de estar preparados y vigilantes frente a los fenómenos del clima espacial, y la importancia de la investigación continúa para comprender y mitigar los riesgos asociados con estas poderosas explosiones solares.

El Sol desató una potente llamarada solar el pasado 22 de febrero de este año, según informó el Observatorio de Dinámica Solar de la NASA. Esa explosión de energía, catalogada como una bengala X6.3, es vigilado atentamente por los científicos, ya que podría afectar a la Tierra de diferentes maneras.

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La clase X asignada a esta llamarada indica su intensidad extrema, mientras que el número 6.3 proporciona información adicional sobre la fuerza relativa de esta erupción solar. Esta “bengala X6.3” es la más fuerte en 7 años y podría causar afectaciones en todo el planeta.

Para anticiparse a los efectos que este fenómeno podría tener sobre la Tierra, la NOAA opera el Centro de Predicción del Clima Espacial, que ofrece pronósticos, vigilancia, advertencias y alertas relacionadas con el clima espacial.

La NASA, agencias espaciales de todo el mundo, centros de investigación y universidades realizan investigaciones continuas sobre el Sol y nuestro entorno espacial, utilizando instrumentos de alta tecnología para estudiar diversos aspectos, desde la actividad solar hasta la atmósfera solar y los campos magnéticos que rodean nuestro planeta.

¿Qué es una llamarada solar?

Una llamarada solar es una explosión repentina y violenta en la atmósfera del Sol que libera enormes cantidades de energía electromagnética y partículas cargadas en el espacio. Estas explosiones son causadas por la liberación repentina de energía almacenada en campos magnéticos que se encuentran en la atmósfera solar.

De acuerdo a la NASA: “Una llamarada solar es una intensa explosión de radiación procedente de la liberación de energía magnética asociada a las manchas solares. Las llamaradas son los eventos explosivos más grandes de nuestro sistema solar. Se ven como áreas brillantes al sol y pueden durar desde minutos hasta horas. Normalmente vemos una llamarada solar por los fotones (o luz) que se libera en todas las longitudes de onda del espectro. Las principales formas en que monitoreamos las llamaradas son mediante rayos X y luz óptica. Las llamaradas también son sitios donde se aceleran partículas (electrones, protones y partículas más pesadas).

Foto: Sdo.gsfc.nasa.gov

¿Cómo puede afectar a la Tierra?

Las emisiones de radiación asociadas con las llamaradas solares pueden interferir con las comunicaciones de radio en la Tierra, lo que puede causar problemas en las transmisiones de radio y televisión, así como en las comunicaciones satelitales y de telefonía móvil.

Además, las partículas cargadas emitidas por las llamaradas solares pueden causar apagones, al inducir corrientes eléctricas en las redes de energía eléctrica de la Tierra, lo que puede provocar fallos en los transformadores y daños en los equipos eléctricos.

Las señales de navegación, como las utilizadas en sistemas de GPS, pueden ser afectadas por las perturbaciones en la atmósfera terrestre causadas por las llamaradas solares, lo que puede resultar en errores de posicionamiento.

Otro efecto negativo es para los astronautas quienes al estar en el espacio están expuestos a un mayor riesgo de radiación durante las llamaradas solares, lo que puede aumentar el riesgo de cáncer y otros problemas de salud.

La reciente llamarada solar clasificada como extrema apunta a la necesidad de estar preparados y vigilantes frente a los fenómenos del clima espacial, y la importancia de la investigación continúa para comprender y mitigar los riesgos asociados con estas poderosas explosiones solares.

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