Multimillonario fraude biotecnológico y la necesidad del rigorcientífico
La Prensa en línea
México.- Si se intentara vender un sistema de análisis desangre en el cual con una sola gota se promete diagnosticar desdeuna infección estomacal hasta un cáncer, muy difícilmente seconsideraría la oferta como algo más que una broma. A pesar deello, en el mundo de las apps y de la alta tecnología, la empresaestadounidense Theranos logró posicionarse exitosamente durantevarios años ofreciendo este tipo de servicios, al punto decotizarse en un valor cercano a los nueve mil millones dedólares.
Actualmente, la persona fundadora de Theranos ha sido removidade la Dirección Ejecutiva de la empresa y se encuentra en lavíspera de un proceso penal por fraude en perjuicio de pacientes,médicos e inversionistas. Ante la pregunta obligada sobre cómopudo gestarse este tipo de fiasco científico-comercial, esnecesario reflexionar sobre el funcionamiento de la ciencia y latecnología contemporáneas.
El enfoque tradicional del desarrollo científico y su relacióncon la tecnología puede ilustrarse por medio de los trabajosoriginales de Albert Einstein sobre el efecto fotoeléctrico, loscuales con el paso del tiempo hicieron posible el desarrollo de laproducción de electricidad por medio de la energía solar.
A principios del siglo XX se descubrió que la incidencia de luzsobre placas metálicas da lugar a corrientes eléctricas; sinembargo, la física conocida hasta entonces no era capaz depredecir correctamente los valores de estas corrientes en funciónde las características de la luz incidente. Einstein, en lugar deconsiderar las posibles ganancias derivables de emplear la nuevateoría cuántica en la descripción del fenómeno de manerapatentable, hizo pública su explicación del fenómeno.
La ventaja de este proceder es que el conocimiento se hacetransparente y los experimentos son completamente reproducibles.Esto proporciona seguridad en el uso de la tecnología derivada dela ciencia básica.
En el caso de Theranos se procedió de la manera inversa. Con elargumento de asegurar la secrecía industrial, la ciencia quesupuestamente sustentaría el revolucionario sistema de análisissanguíneo nunca fue enviada a arbitraje en revistas especializadasdel área médica.
Eventualmente, después de un desgastante proceso detonado porun artículo del Wall Street Journal1, se realizó un estudioriguroso sobre la eficiencia del sistema publicado en el Journal ofClinical Investigation, en 20162. El estudio mostró que el sistemade Theranos dio lugar a una proporción significativa dediagnósticos incorrectos que llevaron a miles de pacientes a tomardecisiones equivocadas respecto de cómo tratar suspadecimientos.
El caso Theranos muestra cómo una nueva tecnologíapromocionada en revistas como Fortune, Forbes o Glamour puede sermás mito que realidad. En contraste, la sociedad ha venidoreclamando el desarrollo de una ciencia transparente y cercana alciudadano común.3
Es un hecho que la secrecía industrial extrema ha inhibido eldesarrollo científico en diversas regiones del mundo y haacrecentado la brecha entre ricos y pobres. La alternativa a esteescenario corresponde a una orientación humanista de las cienciasbásicas, enfocada a la búsqueda de la verdad más allá de lalógica simple de los mercados.
Por: Dr. Alfredo Sandoval Villalbazo, coordinador del Programade Servicio Departamental de Física del Departamento de Física yMatemáticas de la Universidad Iberoamericana Ciudad de México.Investigador Nacional Nivel II (SNI).