El que perdona pierde. América en el primer tiempo tuvo tres oportunidades para gol y la falló y en los siguientes 45 minutos se fue al frente del marcador frente a los Tigres de la UANL, pero tanto cuidaron el marcador para terminar empatados, 1-1 en el partido de ida de la gran final del Torneo Apertura 2023.
El estadio Universitario lució sus mejores galas y los 40 mil aficionados impulsaban a los felinos que hacían sufrir a los “Millonetas”. Fue un inicio titánico de los campeones del futbol mexicano pero sus llegadas eran estériles.
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Fue en el mismo primer minuto que Diego Valdés recibió una falta carioca a las afueras del área grande, que el silbante Marco Ortiz recibiera la instrucción de sacarle la tarjeta amarilla al brasileño.
La jugada ya no prosperó al mandarla el mismo Henry Martín, muy por arriba del marco de Guzmán.
El mediocampista coqueteó con la expulsión, pero sólo fue amonestado a pesar de los reclamos de la visita.
La enjundia azulcrema se apagó
El juego se equilibró, pero la visita siguió con la propuesta con un Julián Quiñones que se vio muy activo. Los abucheos que retumbaban en el inmueble cada que el naturalizado mexicano tocaba el balón lo motivo, pero no pasó algo importante.
El partido fue trabado, con mucha intensidad, pero muy poca claridad al frente por parte de ambos equipos. América fue mejor y lo más relevante que creó al ataque fue un disparo de Miguel Layún, tras asistencia de Valdés, que pasó muy cerca.
El jugador que está por retirarse dio sus mejores minutos en mucho tiempo. Layún fue el más peligroso de la visita hasta con centros. Uno de ellos cayó en el área, pero Henry Martín lo remató con el pecho. Diego Valdés tuvo una más, pero el chileno no conectó bien y perdonó la más clara. Así se fue el primer tiempo en un Volcán apagado.
Quiñones madrugó
América tuvo tres claras frente al marco de Nahuel Guzmán y las falló. Pero parece que en descanso André Jardine, el delantero Julián Quiñones se avivó en un saque de manos para que le cometieran una falta lo que el silbante Marco Antonio Ortiz no dudara marcar.
El capitán Martín tomó el balón y a pesar de recibir la presión de sus rivales aguantó. Henry engañó por completo al tirar de lado derecho para vencer al portero argentino y poner el 0-1 de la noche al minuto 50.
Parecía que América caminaría sin problemas a un triunfo seguro, pero peco en su soberbia para defender el golecito.
El Volcán enmudeció por completo.
Tigres quiso dar el zarpazo del empate de inmediato. Así lo demostró el cuadro de casa, pero se encontró con una zaga azulcrema bien plantada en su zona, pero que se metió demasiado atrás, que los felinos supieron aprovechar. En tiro de esquina, Herrera metió un remate de cabeza, que puso la paridad en San Nicolás.
El juego siguió, de un lado a otro se movió el balón, pero no hubo más claridad a la ofensiva. Todo quedó igualado, con ventaja americanista, para sur en el estadio Azteca pueda levantar una estrella más en su historia. Sólo necesita ganar.
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