¡Una pesadilla paraguaya se apareció en el Coloso de Santa Úrsula! Sebastián Ferreira hizo lo impensable, y con un Hat-trick acabó con las esperanzas celestes de seguir con su buena racha en el Azteca.
Tuvieron que pasar ocho meses y 13 partidos para que Cruz Azul volviera a perder en sus aposentos. Monarcas fue el villano y acabó con la fortaleza cementera. Ni siquiera el buen momento que vive Jonathan Rodríguez con su doblete, fue suficiente para impedirlo 2-3 final.
Loa purépechas sumaron tres puntos de oro y ya sueñan con la liguilla. Mientras que La Máquina fue descarrilada en su estación principal y se quedó estancada con 18 unidades, lo que pone en duda su boleto a la fiesta grande. El rival más fácil, de los cuatro que aún le restan, les complicó el panorama.
EL JUEGO
Cruz Azul inició el cotejo en el Coloso de Santa Úrsula con dos bajas importantes. El peruano Yoshimar Yotún y Elías Hernández, ambos por lesión. Los encargados de suplirlos fueron Guillermo Fernández, el refuerzo cementero con apenas su tercera titularidad en el torneo, y Orbelín Pineda, mientras que la dupla paraguaya conformada por Pablo Aguilar y Juan Escobar se mantuvo en la defensa central.
Morelia también presentó cambios en su alineación, respecto a su duelo anterior. Sorpresivamente el goleador Fernando Aristeguieta probó la amargura del banquillo de suplentes y su lugar lo ocupó el mexicano Miguel Sansores. Un movimiento poco habitual del técnico Pablo Guede.
El duelo empezó de forma muy diferente a lo acostumbrado. El silbante José Alfredo Peñaloza silbó para dar inicio a las acciones, pero nadie se movió. Los 22 jugadores dentro del campo se quedaron como estatuas durante un minuto en apoyo y solidaridad directo hacía Veracruz. Unos cruzaron los brazos, otros bajaron la mirada y algunos siguieron con ejercicios de calentamiento. La Máquina junto a los purépechas pusieron el ejemplo y la poca asistencia en el Coloso de Santa Úrsula les aplaudió por el gran gesto que tuvieron.
El balón rodó finalmente y todo volvió a la normalidad. El conjunto cementero tomó el dominio del partido e insistió varias veces en el arco defendido por Sebastián Sosa, pero careció de fortuna.
Los que sí aprovecharon su oportunidad fueron los visitantes. Un balón largo le llegó a Jesús Corona, el portero celeste intentó un despeje de cabeza que salió sin fuerza y a la exacta posición de un hombre rojiamarillo. Sebastián Ferreira no dejó caer el esférico, gustoso aceptó el regalo y lo mandó directo a las redes de un derechazo, ante el descontento y berrinche de Chuy por su yerro. Después de seis meses, el delantero paraguayo volvió a marcar y festejó con un extasis total. El delantero Milton Caraglio no lo pudo creer y le reclamó a su compañero por el error infantil que cometió.
El estadio Azteca se lo recriminó al cancerbero no sólo una, si no en varias ocasiones. Cada balón que tocó después de esa jugada fue víctima de un sonoro abucheo, y es que no fue la primera vez que le pasó en el torneo, también contra Pumas ocurrió algo similar y ya no se lo perdonaron.
Los jugadores celestes quisieron recomponer el resultado. Orbelín Pineda y hasta Julio César Domínguez lo intentaron, sin embargo, la suerte no estuvo de su lado.
Tuvo que aparecer el mejor hombre que le ha respondido al estratega Robert Dante Siboldi. Jonathan Rodríguez aprovechó de gran forma un tirocentro del 'Cata', el balón recorrió toda el área y con una barrida venció a Sosa. Los jugadores michoacanos de inmediato levantaron la mano en protesta por un aparente fuera de lugar. El VAR hizo su aparición e hizo válido el tanto del uruguayo. ¡Conexión charrua intacta!
El complemento inició de la misma forma. La Máquina corrió a toda velocidad en búsqueda del tanto del gane, pero un paraguayo fue capaz de detenerla con su olfato goleador, ese que hace tiempo no aparecía. Nuevamente apareció Sebastián Ferreria y con una tremenda facilidad marcó su doblete. Miguel Sansores fue su cómplice perfecto al mandar una diagonal al área y 'Sebas' la anidó en el fondo. Sus compatriotas Aguilar y Escobar fueron simples espectadores. Un Corona cabizbajo tuvo que recoger el esférico de su portería y lo pateó lejos de ella, esta vez nada pudo hacer.
Pero del otro lado, Jonathan Rodríguez volvió a ser protagonista. Una jugada magistral del sudamericano enamoró sin disimulo a las redes enemigas. Segundo doblete, ahora con sabor uruguayo y los locales volvieron a la pelea.
Muy poco les duró el gusto a los jugadores cementeros. Ferreira marcó su triplete de anotaciones y acabó con la hegemonía que ostentaba Cruz Azul en el Coloso de Santa Úrsula. Lo que sigue para La Máquina es un difícil calendario y se complicó su futuro. Monarcas respira profundo y ya se pone muy cerca de zona de honor, algo que su rival, en casa, no pudo conseguir.
EGS