Jugaron cancheros, con un fútbol de esos que te quedan a deber todo, esos Tigres de papel no fueron la máquina de goles y jugadas esperadas, su gol fue más producto de la ingenuidad de los Pumas que la suma de sus esfuerzos.
Y bueno, ese árbitro, que mandó la Comisión de Árbitros de la Federación Mexicana de Futbol (FMF) se llama Marco Antonio Ortiz y, honestamente, sería bueno que abra un negocio paralelo porque como árbitro central para el duelo de ida de las Semifinales de la Liga MX se vio bastante malito en sus decisiones.
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Ortiz, de 35 años, ha participado en 17 partidos del Apertura 2023, 11 como árbitro central y seis como parte del cuerpo de árbitros en el VAR, tal vez no está calificado para pitar un partido en dónde se juega tanto. Los llanos lo esperan con ansias locas, seguro habrá un lugar para el en el deportivo Los Galeana.
De lo que se vio en la cancha fue un Tigres displicente, canchero, colmilludo y administrando sus figuras
En el Estadio Olímpico Universitario las 45 mil almas de azul y oro no dejaron de cantar, de apoyar, 45 mil fanáticos que quedaron sorprendidos ante el ¿planteamiento, estrategia, composición? Definida por el Profe. Mohamed.
La falla de Julio González en la portería para permitir el gol de Tigres al minuto 73 es más producto de como los auriazules se desacomodaron en el campo tras la de Santiago Trigos en el minuto 63, se le va a extrañar en la vuelta.
Fue una semifinal donde los Pumas pagaron el noviciado jugando hasta ingenuamente, pero con pura garra.
Eran 45 mil Pumas que esperan ansiosos el próximo domingo
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