La Prensa en Línea
BUENOS AIRES, Argentina, 1o. de diciembre.- River ratificó hoysábado su rechazo al “cambio de sede” para el partido devuelta de la final con Boca por la Copa Libertadores, aunque elpresidente de la FIFA, Gianni Infantino, afirmó que “la pelotano se puede parar”, tras la orden de la Conmebol de jugarlo enMadrid el 9 de diciembre.
El club millonario “ratifica su rechazo al cambio de sede”al entender que “la decisión desnaturaliza la competencia,perjudica a quienes adquirieron su ticket y afecta la igualdad decondiciones a partir de la pérdida de la condición de local”,según un comunicado en su página web.
Consultado Infantino por la nueva protesta rioplatense,respondió que “la Conmebol va a tener que tomar unadecisión”. En rueda de prensa, en el marco de la cumbre del G20en Buenos Aires, el dirigente deportivo dijo que su convicción“es que se tiene que jugar, la pelota no se puede parar”.
River Plate reiteró que no fue responsable de la agresión apedradas contra el autobús que trasladaba al plantel xeneize alEstadio Monumental el 24 de noviembre, y que los hechos ocurrieronpor “una falla del operativo de seguridad”.
ORGANIZAR EL G-20 Y NORIVER-BOCA
El club millonario afirmó que “el futbol argentino en suconjunto y la Asociación del Futbol Argentino (AFA) no pueden nideben permitirse que un puñado de violentos impidan el desarrollodel superclásico en nuestro país”.
Infantino dijo tener “la experiencia de ver a los hinchasargentinos en los mundiales” y que “es una característica lapasión”. Pero aclaró que la federación española y Real Madridtienen “mucha gente que sabe cómo se organiza este tipo departidos”.
River renovó su estupor: “Es incomprensible que elsuperclásico no pueda desarrollarse con normalidad en el mismopaís que en los días que corren se desarrolla una cumbre delG20”.
Hinchas, dirigentes, medios y futbolistas argentinos hancoincidido en que es “una vergüenza y una humillación” que elsuperclásico más importante de todos los tiempos se juegue fueradel país.
El club también evocó que “más de 66 mil asistentes alestadio aguardaron pacientemente” y que “a esos mismosespectadores se les niega ahora -injustificadamente- la posibilidadde presenciar el espectáculo, en virtud de la evidente diferenciade costos y la distancia propia de la sede elegida”,cuestionó.
Cientos de hinchas de River protagonizaron este sábado un“banderazo” frente al Monumental, enojados por perder lalocalía, entre cánticos de apoyo a River y de rechazo a ladecisión de la Conmebol.
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