SAN NICOLÁS DE LOS GARZA, Nuevo León, 1o. de diciembre.- Al América nunca hay que darlo por muerto. Su ADN, su historia y sus hazañas así lo dictan. Las Águilas anoche volvieron a demostrar de lo que están hechas, en la cancha de Tigres demostraron su grandeza para levantarse de la lona.
Los de Coapa apagaron el Volcán y lo redujeron a cenizas. Viñas, Rodríguez y Giovani revivieron a los azulcremas. Aquino y Gignac le metieron drama al asunto, pero un error de Nahuel y Salcedo liquidó todo. Aguilera puso el 2-4 definitivo. ¡Qué remontada!
El América está en las semifinales con el ánimo por los cielos. Morelia será el rival y la maldición del sexto lugar, al menos por ahora, no apareció.
EL JUEGO
La noche en San Nicolás de los Garza estaba caliente. Tigres tenía en la lona al América, tras lo hecho en el partido de ida. Su gente abarrotó el Estadio Universitario, los arropó como siempre, pero el escenario que estaba por presentarse no se lo imaginaba nadie.
Los felinos pagaron caro el error de perdonar en el amanecer del encuentro. Casi al minuto de juego, Enner Valencia escapó en un contragolpe donde el Chaka Rodríguez lo proyectó. El ecuatoriano aceleró, entro al área y tiró cruzado; Guillermo Ochoa se estiró, mas no pudo llegar, el gol ya se cantaba… pero no, la bola se fue por un lado.
A partir de ese momento, América se volvió un claro dominador y comenzó a fraguar el resultado que necesitaba.
Federico Viñas abrió el marcador. El Tanque uruguayo -que tenía desde la Jornada 13 sin jugar con el primer equipo- aprovechó un centro elevado, y aunque su remate fue muy poco convencional, logró techar a Nahuel Guzmán, quien solamente pudo seguir el esférico con la vista y atestiguar cómo se iba al fondo de su arco.
El campeón estaba adormilado y era presa de la intensidad con la que los de Coapa jugaban. Los azulcremas apretaban en cada palmo de terreno y hacían sentir incómodo a su rival en su propia casa.
La pelota parada volvió a ser aliada americanista. Esta vez con un tiro de esquina por izquierda que Paul Aguilar prolongó hasta el área chica para que Guido Rodríguez se estirara y empujara. ¡Gol de América! Las Águilas lo habían conseguido, ya tenían los dos goles que necesitaban y lo mejor estaba por venir.
Hugo Ayala tuvo que dejar la cancha por lesión. Carlos Salcedo ocupó su lugar y antes del descanso cometió un error que puso contra las cuerdas a Tigres.
El Titán se durmió y perdió una pelota sin complicaciones con Henry Martín. El Búfalo ganó, cubrió el esférico, giró y puso un toque preciso a donde Giovani dos Santos se movió para darle el pase a la red. El 0-3 al medio tiempo y los auriazules necesitaban tres goles en 45 minutos sin recibir ni uno más.
Ante la urgencia, Ricardo Ferretti modificó. Requería una versión más agresiva de Tigres y mandó a Luis Quiñones al campo en lugar de Torres Nilo.
En el amanecer del segundo tiempo, el campeón salió a matar o morir. Rodríguez había hecho la jugada grande al recortar dentro del área y servir a donde estaba Gignac. André remató de primera, la anotación se cantaba, pero Paul Aguilar apareció en plan salvador sobre la línea y con la pierna derecha alejó el peligro.
La presión de Tigres surtió efecto cuando Enner Valencia desbordó por la derecha y centró a donde Gignac tuvo que inventarse un taconazo para rematar, y aunque salió sin dirección, logró habilitar a Javier Aquino, quien nada más tuvo que dar las gracias y anotar. ¡Gol de Tigres! El campeón apretaba la eliminatoria con mucho tiempo por delante.
Por si le faltaba más emoción todavía al encuentro, André-Pierre Gignac apareció para poner el Volcán a punto de ebullición. Valencia recibió el esférico con ventaja en el área, levantó la cabeza y puso un centro medido que el francés remató con una media tijera, a contrapié de Paco Memo. ¡Golazo! Venía un cierre vibrante en San Nicolás. El campeón estaba negado a morir.
Justo en el momento que parecía que Tigres estaba cerca de dar alcance en el marcador, un error grosero de su cuadro bajo les costó caro. Nahuel Guzmán quiso apresurar el despeje, pero estrelló la bola en su zaga. Roger Martínez penetró el área con balón controlado y fue derribado por Salcedo en un claro penalti.
Desde los 11 pasos, Emanuel Aguilera pateó con autoridad, potencia y engañó a Nahuel. Gol que le daba oxígeno a los de Coapa con el final del juego muy cerca.
Ese último tanto mató a Tigres. Ya no se pudieron levantar y América lo logró, apagó el Volcán y sigue el vuelo rumbo a la semifinal.
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