Tradicionalmente se puede pensar que las ofensivas de los que buscarán conseguir el campeonato de la NFL serán las protagonistas de dicho juego, pero hay muchos otros actores que ponen las condiciones para que lo planeado se lleve a cabo.
Mucho se espera para el próximo domingo 7 de febrero y de eso que se podrá ver, hay aspectos que merecen ser tomados en cuenta.
La línea defensiva de Bucaneros es un conjunto que ha podido conseguir que las cosas se compliquen a la ofensiva rival. De colocar a un jugador espía a Patrick Mahomes, le dificultarán el desempeño. También, su juego personal a los receptores, les ha dado grandes resultados. La estrategia defensiva de Tampa Bay será determinante si consigue entorpecer el trabajo de Tyreek Hill, destacándolo como receptor-blanco principal de Mahomes y quien ha conseguido superar evidentemente a los perímetros a los que se ha enfrentado.
Los linebackers de Bucaneros son los más amenazantes de la liga y han podido anular en muchas ocasiones al backfield y consiguiendo alcanzar a los quarterbacks rivales.
Esto puede dejar ver que, en esta ocasión, no jugará de la misma forma que lo hizo durante la temporada regular y postemporada. Es muy probable que busquen la forma de incomodar la actividad de Mahomes para que no consiga completar pases y obligarlo a correr, lo que pone en riesgo el desempeño de las jugadas y puede ocasionar que cometan errores.
Mientras que la defensiva de Bucaneros se ocupe en hacer bien su trabajo, la ofensiva de Tom Brady buscará sumar puntos de forma temprana para que el juego no sea tan complicado. Para ello, tiene a su objetivo predilecto y quien puede ser de los que aseguren que las jugadas sean productivas. Su compañero de grandes encuentros Rob Gronkowski, es de los veteranos con más experiencia en encuentros de esta magnitud.
La identificación que se ha dado entre Andy Reid y su quarterback es algo que ha quedado manifiesto. Podría llegar a ser una historia similar a lo que le sucedió a Bill Belichick con Tom Brady, en su momento. Ese es un punto clave para la ejecución efectiva y continua en una ofensiva.
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De allí que podemos pensar que uno de los factores de mayor impacto y determinantes para este Súper Tazón es el coacheo. La sinergia que se produce entre los que diseñan las estrategias y quienes las ejecutan, es en gran parte la diferencia con respecto a otros equipos.
La versatilidad ofensiva de Jefes no ha mostrado tendencias fáciles de predecir pues no ha mostrado la dirección hacia dónde se aventará el balón (si harán un stop, vertical, pantalla, etcétera). Esa condición complica el trabajo de elaboración de un plan de juego. No obstante, la línea ofensiva deberá proporcionar la protección suficiente al quarterback para que le dé el tiempo necesario y ejecute un pase hacia el receptor más idóneo o tome la opción de carrera, que tanto le ha funcionado.
Puede resultar no tan complicado frenar el trabajo de Tom Brady pues es un quarterback que se cuida mucho de los golpes. De hecho, ha mostrado incomodidad cuando llegan a alcanzarlo y es un veterano que prefiere no arriesgarse.
En comparación de quienes son de los jugadores más esperados por verlos enfrentarse,la experiencia, mentalidad y sorprendente ejecución de Tom Brady se contrasta con la juventud, energía y versatilidad de Patrick Mahomes.
Ambos conocen lo que es ganar el juego más importante de la temporada y del Súper Tazón LV solo se pueden esperar espectaculares participaciones para alegrar un poco la situación que ha imperado por más de un año.
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