A lo largo del torneo pasado, a Pumas le faltó mucha profundidad y juego por las bandas. Ante el mal nivel de Juan Manuel Iturbe y las lesiones de Sebastián Saucedo, se quedaron sin elementos para competir por la banda izquierda, al grado de que tuvo que utilizar a Facundo Waller fuera de su posición.
Por el costado derecho, sólo Carlos Gutiérrez era opción, pero hasta Favio Álvarez ocupó ese puesto. Ahora, con la llegada de Washington Corozo y José Rogério, la baraja de posibilidades se amplía.
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Con Juan Dinenno y Gabriel Torres en punta, el estratega Lillini encontró un funcionamiento adecuado, aunque sin contundencia frente a la portería. Bajo ese mismo esquema, y al utilizar a los nuevos refuerzos, ahora tiene mayores opciones para crear en ofensiva. Las primeras fechas, por la Copa Oro, el atacante panameño no estará con los auriazules, pero José Rogério puede entrar al quite como segunda punta, tal y como se desenvolvía en el Ferroviaria, en Brasil. Por izquierda van a competir Washington Corozo y Sebastián Saucedo, mientras que por derecha estará Carlos Gutiérrez, quien es uno de los más avanzados.
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Todo estará mejor cuando el panameño se pueda incorporar a Pumas tras la actividad con su selección, ya que Rogerio competiría hasta con Favio Álvarez y Carlos Gutiérrez, de media punta o extremo por derecha, respectivamente. En el esquema de jugar con dos delanteros, Favio sería el sacrificado al jugar de 10. Todo apunta a que Meritao y Erik Lira tomarán el medio campo del equipo en la contención, lo que dejaría cupo sólo para dos volantes ofensivos por las bandas.
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