Pronósticos NFL: Los campeones de AFC y NFC

En la casa del jabonero… el que no cae, resbala

Coach Enrique Zapata

  · jueves 1 de febrero de 2024

Foto: La Prensa

Campeonato de la conferencia americana: Jefes de Kansas City

Cuando se abusa de la confianza, puede ser como “darse un balazo en el pie”. No con solo presentarse en el campo es suficiente para conseguir la victoria y Cuervos pecó de soberbio. Tanto así, que resultó un tanto embarazoso el desempeño y pareció que estaba jugando un partido de temporada regular, no un campeonato de conferencia.

Mucho se habló y generó expectativas el equipo morado y negro, que la ilusión de ver a protagonistas diferentes en el Súper Tazón pudo haberse generado en su gran afición. Tuvo que llegar el todavía campeón a convertirse en una pesadilla y ponerle los pies sobre la tierra, no tanto en abultar el marcador, sino en la forma de ejecutar, seleccionar jugadas en momentos importantes y hacer el ajuste defensivo adecuado.

¿Dónde quedó el entusiasmo por ganarse un boleto para el “juego grande”?

Algo más reprochable que haber perdido fue que sucedió ¡en su casa!

Hasta casi la mitad del juego, se podía creer que la actitud sería diferente, pero Patrick Mahomes es especialista en desencantar a cualquiera. Además, Cuervos cometió errores muy dolorosos que le costaron caro.

El desempeño de Jefes cumplió con las expectativas de quienes los quieren ver como protagonistas el 11 de febrero.

Desapasionadamente, Jefes jugó sin la espectacularidad aplastante como en otros momentos, presionó lo necesario, aprovechó cada oportunidad y error, pero consiguió lo suficiente para pelear por el bicampeonato.

Sin duda, la ofensiva de Jefes ejecutó con certeza atacando los puntos débiles que expuso Jefes y la defensiva presionó lo suficiente para desconcentrar a Lamar Jackson, quien no fue elusivo como normalmente se le ve en campo abierto.

Hay días en los que no más las cosas no funcionan.

Campeonato de la conferencia nacional: 49’s de San Francisco

Uno de los valores que el fútbol americano inculca es no dejar de luchar y que, aunque parezca que ya no hay forma de derrotar a tu oponente, hasta que no silbe el árbitro para dar por terminado el juego, es indicativo de que existe una posibilidad de ganar.

Leones consiguió llegar mucho, pero mucho más lejos de lo que había conseguido en décadas. Parecía que “la mesa estaba puesta” durante la primera mitad del juego.

La selección de jugadas fue precisa y efectiva, y el trabajo defensivo le dio confianza para que se pensara en que era muy probable mantenerse la diferencia holgada en el marcador.

Además, Jared Goff fue una figura importante para dar (durante la primera mitad) certeza de que era posible conseguir el resultado que ansiosamente quería el equipo.

Sin embargo, cuando se planea un juego, no solo se debe considerar la selección de jugadas. El trabajo debe estar diseñado para atender cualquier detalle durante los cuatro cuartos.

¿Qué habrá sucedido en el descanso del medio tiempo para que la balanza se inclinara como sucedió?

Como equipo (hablando de su totalidad) 49’s mostró mayor contundencia y preparación. Aprovechó hasta la menor oportunidad para sacar provecho y cuando la ejecución es la adecuada, es posible pensar que no hay que dar por hecho nada.

La segunda mitad fue completa para 49’s. Cada oportunidad fue explotada al máximo y sin caer en la desesperación. De allí, la importancia de no darse por vencido e identificar cualquier “ventana” que permita sacar el mejor provecho.

Brock Purdy está aprendiendo sobre la marcha lo que es llevar a un equipo tan prometedor hasta el momento más esperado por cualquier equipo. Se vio apoyado por sus compañeros de forma efectiva y contundente para romper con el empate.

Esa actitud y resiliencia convierte a 49’s en el mejor contendiente para enfrentar al actual campeón.

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