Una pifia de Antony Silva le bastó a Necaxa para salir con todo el botín 1-0 del Cuauhtémoc. Además, comprometió la calificación directa a la Liguilla del Puebla, cuando en su campamento ya hacían cuentas en la previa al duelo sobre cuánto necesitaban para acceder a la fiesta, como dando por hecho los Rayos, se trataban de un cheque al portador.
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PERO DEL PLATO A LA BOCA…
La derrota también es dolorosa para La Franja tras perder a otros de sus hombres de confianza en la figura de Federico Mancuello.
Los cromos son pocos en el Puebla y cuando éstos faltan el equipo los resiente en su accionar; lo mismo sucede, pero al revés, cuando están.
Y es que con la vuelta el viernes de Cortizo a la alineación, el equipo presumió más juego ofensivo; sin embargo, el día del regreso de Cortizo, Pablo Parra, Segovia y Gularte, como en una maldición, también perdió a Mancuello.
Antes del abandono con mala pinta del argentino, cojeando de la rodilla, el blanquiazul combinó, trató y profundizó con Ferrareis como su hombre más incisivo.
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El brasileño probó de media distancia en los primeros compases para sacarle la pintura a la base del poste izquierdo de Malagón. Luego sacó un centro lleno de veneno a segundo poste que alcanzó a cortar la zaga rojiblanca para desactivar la bomba con Puebla alistando el remate y saboreando el gol.
Después, La Franja se ralentizó. Tanto así que Aristeguieta hizo en cámara lenta por un balón largo, idóneo como para salir en carrera y prenderlo de primera.
Pero el colorado cuando se decidió ya traía custodio encima. Aún así alcanzó a relanzar encontrando su servicio la mano de un zaguero rojiblanco, “penal, penal, penal”, dijo el central Ismael López. Pero en la revisión silenciosa, por el chícharo, le arreglaron la plana al silbante cuando le explicaron la pelota había rebasado la línea de fondo y nada de lo sucedido debía de contar.
NO HUBO REMONTADA
Tras aquello los dos equipos hicieron poco o nada, dejándolo todo para la segunda mitad. Ahí, Puebla con la obligación salió a buscarlo; pero Aristeguieta en su primer intento de cabeza puso el esférico apenas por fuera.
La Franja avisaba y parecía lo obtenía, pero Malagón se lo quitó cuando lo mereció tras una bella jugada colectiva terminada con un remate dentro del área a quemarropa.
Pero el futbol es un juego azaroso y caprichoso, pues en la siguiente acción los Rayos lo ganaron aprovechando una pifia de Silva. El santo del Puebla fildeó mal un balón por arriba en su área chica, cerró a destiempo las manos y la pelota se le escurrió para quedarle a Milton Jiménez, que le puso el ejemplo a Aristeguieta sobre cómo se hace por un balón en apariencia perdido, luego el premio fue grande con un auténtico pase a la red.
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Usted conoce el resto de la historia. Puebla tiró de épica, acabó acosando la meta hidrocálida, pero Malagón se lo negó con un vuelo espectacular para sacar un tiro libre de Diego de Buen sobre el final.
Esta vez no hubo noche mágica, parece esas se agotaron durante la primera mitad del torneo y de la calificación directa, tranquila a la Liguilla, ésta parece se definirá en la repesca para La Franja.
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