En una de las rivalidades más grandes y antiguas del futbol americano universitario entre Michigan y Ohio State terminó en una batalla campal donde la policía tuvo que intervenir.
En su edición número 120 del Clásico entre Buckeyes y los Wolverine donde el cuadro de los Ohio State eran los favoritos ante Michigan que al final se alzó con la victoria 10-13, situación que no le gustó a los rivales.
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Todo comenzó con la tensión que se vivía en el campo de juego cuando una celebración de los Wolverines simularon una bandera con al W en el centro, donde se ubicaba el logotipo de Ohio State.
Algo que no soportaron los jugadores locales, que reaccionaron de manera inmediata, todo comenzó con empujones y reclamos. Los entrenadores y directores intentaron calmar las aguas, pero rápidamente de los empujones llegaron a los golpes volviéndose un caos el terreno de juego.
La situación se salió de control, al grado de que la policía de diferentes corporaciones llegaron rápidamente para restaurar el orden, aunque fueron momento de mucha tensión que tuvieron que usar gas pimienta para que los jugadores se dispersarán y así calmar los ánimos.
Luego de la batalla campal, la autoridad de la Universidad Estatal de Ohio emitió un comunicado donde investigaran los hechos.
“Oficiales de varias agencias de aplicación de la ley ayudaron a disolver un altercado en el campo. Durante la pelea, varios oficiales que intentaban disipar a jugadores de Ohio y Michigan utilizaron gas pimienta”, se lee.
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