En muy pocas ocasiones se ve una verdadera cátedra de lucha libre y el pasado viernes, el Consejo Mundial dejó en claro que a todo nivel tiene calidad. Así quedó demostrado en la lucha por el retiro, entre dos grandes. Pedro Metálico Infante, quien fue el gran perdedor y como una super estrella, fue ovacionado y reconocido, por miles de aficionados.
No quedó duda alguna de su calidad y es muy lamentable que su carrera como luchador haya terminado, pues con la cátedra que sostuvo frente a Virus, hicieron lo que casi ningún luchador puede lograr con la lucha a ras de lona, que la gente esté al pendiente de sus acciones. Aún prevalecen esos duros castigos que predominaban, y no era para menos, su carrera estaba en riesgo.
Será una pena enorme que la México no vuelva a tener un luchador como Metálico, pues mucha gente se quedó con las ganas de ver más de este gran atleta. Aquí es donde uno pide, que se reconsidere, pues la audiencia es quien pierde.
Un poco de tigre Infante
Metálico debutó en 1992. Al CMLL llegó enmascarado, con muchas ilusiones y con el sueño de muchos, ser un luchador “estrella”. Luchador apasionado y entregado por completo a este deporte pues renunció a la policía judicial.
Las oportunidades fueron escasas hasta que fue llamado a la gira que la empresa dio por diferentes provincias de España. Su afán por ser tomado en cuenta lo llevó a aceptar una lucha de apuestas con el joven Oro Jr., quien le quitó la máscara el 10 de agosto del 2014 y desde entonces el público le empezó a gritar “Pedro”, “Torito”.
Después, se dedicó a dar clases de lucha olímpica a niños y jóvenes a los que inscribió en competencias locales; entre ellos, su hijo Espartaco, quien busca representar a nuestro país. El pasado 4 de mayo tuvo su primera victoria al rapar al también rudo Disturbio.
Aún el luchador se encuentra conmocionado con la derrota y no es para menos, la lucha era lo más sagrado que tenía, la tristeza no sólo se veía en su rostro; sino en el público había lágrimas, y seguramente atravesando ese sentimiento de arrepentimiento. Por ahora, tendrá que pensar en lo que hará en un futuro. Ojalá y que su adiós no sea definitivo en la lucha, pues hace falta ver luchadores tan comprometidos y entregados en su trabajo.