La Selección Mexicana Sub-17 tiene una cita con su propia historia y con la del futbol nacional a nivel juvenil que años atrás ha demostrado que se le puede pegar a los grandes del mundo.
Hoy, el Tricolor se verá las caras con Holanda en busca de un boleto para la Final del Mundial de la categoría, en donde el equipo de Marco Antonio Ruiz ha ido de menos a más, ya que después de un inicio titubeante y lleno de dudas, en donde incluso se clasificó a la siguiente ronda como uno de los mejores terceros lugares, logró tener una fase de eliminación directa sumamente destacada ante rivales del grado de complejidad de Japón (campeón asiático) y Corea del Sur.
Si el camino de los aztecas generó incertidumbre al arranque de la competencia, el de los holandeses no fue precisamente alentador. Dos derrotas al comienzo lo pusieron en la lona, mas una goleada sobre Estados Unidos lo metió como uno de los mejores terceros. Al igual que México, despertaron en los octavos de final para echar primero a Nigeria y después a Paraguay, los dos con contundencia en el marcador.
El enfrentar a los Países Bajos en justas mundialistas juveniles trae buenos recuerdos para México. Y es que en las ediciones del 2005 y 2011 en donde el representativo nacional terminó como campeón, Holanda estuvo en el camino verde rumbo al título.
Primero fue en la semifinal del 2005 jugada en Chiclayo. Los jóvenes mexicanos dominaron ampliamente a su similar europeo, cosa que reflejaron en el marcador con un doblete de César Villaluz y un par de goles más cortesía de Héctor Moreno y Ever Guzmán. Goleada de 0-4 que presagiaba lo que días más tarde sucedería en la final.
Para la Copa del Mundo del 2011 celebrada en nuestro país, México se encontró en la fase de grupos con Holanda en el estadio Universitario de nuevo León. Ahí, Casillas y Fierro pusieron a los nuestros en ventaja; Depay y Ebecilio emparejaron a dos. Parecía que todo quedaba en empate, pero en el último suspiro del encuentro, “Ponchito” González marcó el tanto del triunfo para cerrar una primera ronda perfecta.
El Bezerrao de la ciudad de Brasilia será el escenario donde México y Holanda choquen para disputarse uno de los dos anhelados boletos que los acredite como contendiente al título mundial. No habrá mañana para ninguno de los dos equipos. Les llegó la hora a los jóvenes nacionales de reclamar un lugar como los nuevos niños héroes de nuestro balompié.
HM
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