Inicio traumático

Prensa OEM

  · lunes 18 de marzo de 2019

POR HUGO SÁNCHEZ

Inicia una nueva etapa de la Selección Mexicana de Futbol. Enesta ocasión le corresponde al “Tata” Martino y su séquito decolaboradores argentinos, justo después de la amarga experienciade la etapa anterior con Juan Carlos Osorio y su séquito decolaborares colombianos, que no dejaron grato sabor de boca por loraro y diferente de sus formas.

Las rotaciones nunca fueron bien vistas y la incomodidad fueconstante, y ahora, con el cuerpo técnico argentino, esperemos queno quieran convertir a la Selección Mexicana y nos quieran hacerjugar como la selección de Argentina, ya que las costumbres, lasformas y la idiosincrasia es completamente diferente entremexicanos y argentinos. Por lo pronto, esperemos que losmicrociclos no sean solamente cuidando el aspecto físico.

Podríamos tener de manera histórica más influencia de losespañoles, y en este caso es obvio decir que los argentinos tienenascendencia italiana. Por esta razón no me siento optimista,porque siempre he mencionado que la Selección Nacional tiene queser dirigida por mexicanos, y esto nos hace pensar que repetiremosotra etapa incómoda, por las formas y maneras en que nuestraSelección va a jugar.

El inicio será de manera un tanto traumática, contra laSelección de Chile que no nos trae gratos recuerdos de la pasadaetapa de Osorio, y esta debacle contra los chilenos fue la causantede que se perdiera la credibilidad con el técnico colombiano. Elfantasma del 7-0 no se ha olvidado y no se olvidará jamás, ya quehasta ahora ha sido la peor derrota en un partido oficial de laSelección Mexicana en toda nuestra historia.

A pesar de ser partidos amistosos en fecha FIFA, todos los ojosdel futbol mexicano estarán puestos en este arranque del efecto“Tatiano”.

Todos los integrantes de la Selección Nacional, por obviasrazones, muestran optimismo ante su llamado para salir airosos enestos dos compromisos, contra Chile y Paraguay, establecidos conanterioridad por parte de los dirigentes de la Federación, ya quelos paraguayos serán, una vez más, sparrings, pues desde que erajugador, Paraguay es de las selecciones con las que más nos hemosenfrentado en partidos amistosos, muchísimo más que en duelosoficiales.

Estaremos muy atentos para que este inicio nos pueda ofrecer unpanorama de lo que nos depara el destino, de si podrá existir unestilo de juego o no y, reitero, ojalá sea conservando la calidady el talento de los jugadores mexicanos, ya que no tenemos unelemento como Lionel Messi, que es donde gira el estilo de losargentinos, que, por cierto, en los últimos años no han tenidobuenos resultados.

Ojalá que primero Martino conozca cuáles son las virtudesfutbolísticas de mis compatriotas, para que de ahí pueda sacarprovecho y crear una forma de juego, aprovechando nuestrascapacidades y estilos.

Todo esto servirá para ir reparando en qué jugadores seríanla base para cuando se presente la Copa de Oro, un certamen que noscompromete a ganarlo, porque de no ser así nos quedaríamos, unavez más, fuera de la Copa Confederaciones de Qatar.

La pasada Copa de Oro la ganó Estados Unidos y, porconsiguiente, si México no gana esta edición, nos quedamos sinConfederaciones, y ya veremos cuál es el futuro de ambascompeticiones, si seguirán existiendo o desaparecerán para darentrada a otros torneos, ya que desde la llegada de Infantino estáhabiendo muchas modificaciones a nivel continental y mundial.

Llama la atención la convocatoria de algunos jugadores que nohabían sido tomados mucho en cuenta por el cuerpo técnicoanterior y que ahora, con su presencia, indudablemente buscaránllamar la atención para seguir siendo considerados en torneosoficiales, como son los casos de Raúl Gudiño, Jorge Sánchez,Carlos Rodríguez y Alexis Vega. Son nombres no muy comunes en laSelección Mayor, pero este llamado les servirá de mucho en laparte motivacional gracias a la confianza que les está brindandoeste cuerpo técnico nuevo.

Es de destacarse el no llamado de Carlos Vela y de HéctorHerrera, sin que hasta el momento se haya dado alguna explicaciónclara de por qué no los llamaron o si ellos solicitaron no asistira estos amistosos, porque a pesar de saber quiénes son y cómojuegan, siempre es interesante e importante que el cuerpo técnicoenfile una base para hacer frente a los torneos oficiales.

Pero estas situaciones se ven de manera muy frecuente, y no meextraña. Lo digo por experiencia propia, porque yo tampoco venía,cuando era jugador, a muchos de los amistosos. Asistía siempre alos oficiales, que en este caso eran los clasificatorios y a unoque otro amistoso que no afectara los intereses del equipo dondeestaba jugando, específicamente Atlético de Madrid y RealMadrid.

En la Federación Mexicana de Futbol he comentado que el llamadode los jugadores a la Selección Nacional tendría que ser como elservicio militar: obligatorio, que se tiene que asistir sí o sí,pero no me extraña que no se haga un reglamento al respecto,porque sería utilizado conjuntamente por los jugadores, supongo,respaldados y apoyados por la Asociación de Futbolistas Mexicanos,si es que tiene la fuerza suficiente para que haya derechos yobligaciones, como algo normal que hay en la mayoría, si no es queen todas las selecciones del mundo, excepto algunos países comoMéxico, en los que se presenta una insultante explotación de losjugadores cuando están en la Selección Nacional, utilizando suimagen e ingresando muchísimo dinero para los federativos a costade la imagen de los seleccionados nacionales, a los que pagan muypoco dinero en comparación con los millones de pesos que cobran atodos los sponsors de la Selección Mexicana.

Este acuerdo entre ambas partes debería existir ya, y dentro delas estipulaciones de unos y otros debería quedar plasmado que losjugadores tienen que asistir a cualquier llamado que se les haga enla Selección Nacional y no hay justificación alguna, a menos quese trate de una causa de fuerza mayor, que también tendrían queestar estipuladas. En contraparte, también debería regularse quetodos los ingresos que tenga la Selección Nacional en cuanto asponsors sean repartidos el 50% para la Federación Mexicana deFutbol y el 50% para los jugadores, pero como esto nunca hainteresado a los directivos, desde hace muchos años a losjugadores no les ilusiona ni motiva asistir a la Selección, comosucedía antes, cuando no se manejaban tantos millones de pesoscomo ahora y uno acudía a los llamados más por el amor a lacamiseta.

Pero el abuso de los federativos ha durado muchos años y tieneque llegar el momento en que se diga: ¡Ya basta! Y Creo que ahorasería muy oportuno establecer las reglas claras del juego.

¡Que te lo digo!

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