Paolo Rossi, héroe de la selección italiana vencedora del Mundial de España de 1982, falleció a los 64 años, de una enfermedad incurable, según anuncia la Gazzeta dello Sport.
El delantero, que fue suspendido por tres años en 1980 en un caso de encuentros amañados, fue convocado para el Mundial de España a raíz de una reducción de la sanción. El mismo año ganó el Balón de Oro.
Rossi, nacido el 23 de septiembre de 1956 en Santa Lucía, se convirtió en el gran héroe de la selección italiana que ganó el Mundial de España de 1982 tras conseguir el gol de la victoria de la final ante la selección de Alemania que comandaba Rumennnigge.
Tras dar su primeros pasos en el Como Calcio explotó como jugador en el Vicenza, con el que logró el ascenso a la primera división, aunque fue en el Juventus donde destacó definitivamente como un delantero letal para retirarse en 1987 en el Hellas Verona.
Fue en el Mundial de 1982 donde se fraguó su leyenda y al que llegó tras haber estado sancionado durante dos años acusado de intervenir en apuestas.
Tras unos inicios flojos en el campeonato, fue en la segunda parte del campeonato donde explotó definitivamente. Víctimas de su olfato de gol y de sus asistencias fueron Argentina, ante la que no marcó pero fue determinante, o Brasil, a la que dejó fuera con tres goles. En semifinales ante Polonia sus dos tantos colocaron a Italia en la final.
Quedaba el broche de oro del mundial. En la final ante Alemania fue suyo el gol de la victoria, vivido por el entonces presidente de la República Sandro Pertini, con gran efusión en el palco junto al rey Juan Carlos .
Su gran rendimiento en ese mundial fue premiado poco después con el Balón de Oro.
