Enrique Meza sigue a la espera que el mandamás de los Tiburones Rojos del Veracruz, Fidel Kuri avale su renuncia como técnico del equipo pero durante el entrenamiento de los escualos este miércoles fueron los hijos del veterano técnico quien tomó el control.
Enrique y José Meza, estuvieron dirigiendo aun equipo que ha sido un vergüenza al sumar 33 partidos sin ganar.
Tras la humillante derrota de los Jarochos el técnico dijo; "Voy a hablar con el señor Kuri (el presidente del equipo Fidel Kuri) para dar un paso al costado porque Veracruz no merece estar sufriendo lo que está sufriendo; me encuentro apenado y no es culpa de los jugadores porque yo los elegí y ahora no he sabido hacerlo jugar", lamentó un apesadumbrado Meza en una rueda de prensa tras la goleada 0-5 sufrida ante el Querétaro.
Es así que Ojitos Meza esta a la espera que el dueño de los Tiburones le avale la renuncia para y olvidarse de la pesadilla que esta viviendo con el equipo del puerto.
Enrique y José fueron trabajaron por la mañana con los jugadores del conjunto veracruzano mismo que ayer llegó a 33 partidos de manera consecutiva sin poder ganar, pues la última vez que sumaron tres puntos en Liga fue el 25 de agosto del 2018 ante Tijuana.
"Soy un tipo de gente que quiere que sus equipos jueguen bien, no bonito, y no lo estamos haciendo; se abren unos espacios grandes y los contragolpes nos generan problemas", explicó al referirse a una de las causas del mal paso del conjunto.
Veracruz había mostrado un fútbol aceptable en su estadio donde empató con Pachuca, perdió 1-2 ante Atlas en un partido parejo que perdió a última hora y cayó por el mismo margen ante San Luis con un gol en contra a dos minutos del final. Hoy la historia fue diferente, lo cual descolocó a Meza, uno de los entrenadores más prestigiosos de México con cuatro campeonatos de liga, tres con el Toluca y uno con Pachuca.
"Ya llovió, ya tengo 71 años y los viajes me cansan. Amo el fútbol, pero quizás me aleje", concluyó Meza como manera de insinuar su retiro del fútbol después de 53 años como jugador y estratega.
Los Tiburones llevan 33 partidos sin ganar lo cual significa un récord mundial en Primera división, peor que los 32 encuentros sin triunfos del Derby County de la Liga Premier en la temporada 2007-2008