/ jueves 26 de diciembre de 2019

América cae 2-1 ante Monterrey en el juego de ida en la final del Apertura 2019

“El Mellizo” firmó un gol de antología y le dio la ventaja en la final a Monterrey

Guadalupe, NL, 26 de diciembre.- De otro planeta, sacado de un guión de película, con sabor a gloria transformado en gol. Así fue el tanto de Rogelio Funes Mori, quien con su percha de ídolo decidió que Monterrey irá con ventaja al Estadio Azteca gracias a una joya que se firmó sobre el final del encuentro.

“El Mellizo” se inventó una chilena que será recordada por la eternidad en un juego donde Rayados no fue superior, pero terminó por ganar.

América aventajaba con gol de Viñas, pero Medina lo empató pronto. La expulsión de Córdova inclinó la balanza para La Pandilla y la chilena de Funes puso el 2-1 definitivo.

La moneda está en el aire, con un tono ligero en albiazul. Todo se decidirá el domingo.

EL JUEGO

La larga espera tuvo su fin anoche, cuando Monterrey recibió a América para dar rienda a la definición por el título del Apertura 2019. Los temas del tiempo de descanso, el viaje a Qatar, las cargas de trabajo, todo quedó de lado cuando rodó la pelota en el Gigante de Acero, que resultó un marco inmejorable para el cotejo de ida de esta final.

Dos de las plantillas más poderosas de la Liga MX saltaron al campo con sus mejores piezas disponibles; sin embargo, el duelo se tornó sumamente trabado y disputado en todas las zonas del campo.

Reuters

Nadie regalaba nada y a todas las pelotas iban con el cuchillo entre los dientes a sabiendas de que cada acción valía. Por momentos, Rayados era más propositivo, aunque sin la peligrosidad necesaria para realmente inquietar a Guillermo Ochoa. Solamente Rodolfo Pizarro y Rogelio Funes Mori se animaron a probar a puerta, mas sus tiros salieron siempre en dirección a la ubicación del meta americanista y sin la fuerza necesaria para complicarlo.

Las Águilas generaban poco al frente, aunque la primera que tuvieron hizo que Barovero se tuviera que emplear a fondo. Fue con un disparo de Guido Rodríguez en los linderos del área grande. El argentino recogió un rebote de un tiro de esquina, tiró con precisión hacia la base del poste albiazul y el Trapito se estiró tanto que evitó con una mano que se le escapara el esférico.

Sobre el final del primer tiempo llegaron las emociones que hicieron vibrar el recinto regiomontano. Primero fueron los azulcremas. Henry Martín recibió la bola entre los defensores de La Pandilla, pero logró habilitar a Federico Viñas, quien entró a bayoneta calada y sin marca. El uruguayo, con toda la ventaja, definió suave ante la salida del cancerbero rival y aunque Carlos Rodríguez casi saca la bola de la raya, no impidió que esta se encontrara con la red. ¡Gol de América!

Sin haberlo buscado con demasiada insistencia, la visita ya lo ganaba; pero poco les duraría el gusto. Uno de los puntos mejor trabajados por Monterrey apareció justo antes del descanso. La pelota parada le dio el empate a los de casa cuando Celso Ortiz peinó un centro en tiro libre con dirección al corazón del área. Stefan Medina picó al espacio y en dos tiempos venció a Memo Ochoa. De entrada, la anotación se había invalidado por fuera de lugar, mas el VAR hizo justicia y decretó la igualada. ¡La Pandilla respondió!

Reuters

Al descanso, la final era lo que prometía: una disputa muy pareja.

Con el complemento en marcha, el panorama se le complicó por completo a América. Los cremas se quedaron con 10 hombres debido a una entrada imprudente de Sebastián Córdova sobre Leonel Vangioni a la altura del medio campo. Inicialmente le habían mostrado el cartón preventivo, pero con la revisión en el videoarbitraje, Luis Enrique Santander rectificó y lo mandó a las regaderas.

A raíz de esto, comenzó el ajedrez de los entrenadores. Mohamed olió la sangre del rival y sacó a Vangioni para meter a Janssen. Sabía que la presión del rival disminuiría considerablemente. Del otro lado, Miguel Herrera mandó al campo a Rubén González para fortalecer su medio campo y contener lo más posible los embates rivales. Las posturas estaban completamente claras.

Pese a tener uno más, Monterrey no terminaba de marcar una superioridad notoria en el campo. Tenía la pelota, mas no la profundidad ni la idea necesaria para conseguir la ventaja en el electrónico. Así, el partido se hacía viejo y América veía cada vez más cerca la posibilidad de llevar todo a buen puerto, incluso, coquetearon con el segundo gol en un contragolpe en donde Benedetti fue incapaz de culminar positivamente la jugada.

En la agonía del partido, Guillermo Ochoa desempolvó la capa de héroe para ponérsela en el momento justo. Vincent Janssen puso a prueba al cancerbero crema con un cabezazo que llevaba sello de gol, pero Memo revivió su atajada a Brasil en 2014 y le negó el tanto al holandés, aunque lo mejor estaba por venir.

En la agonía, cuando parecía que América lo iba a lograr, Rogelio Funes Mori se inventó una jugada de antología para definir el juego.

Tras una serie de rebotes, “El Mellizo” recibió un centro a media altura, mató la bola con el pecho y se tiró una chilena perfecta, con potencia y colocación. Tan pronto la bola se fue al fondo, el Gigante de Acero rugió como nunca. ¡Golazo de Rayados!

La ventaja parece poca, América seguramente morderá en su casa. La ventaja es rayada, pero la moneda está en el aire.

Guadalupe, NL, 26 de diciembre.- De otro planeta, sacado de un guión de película, con sabor a gloria transformado en gol. Así fue el tanto de Rogelio Funes Mori, quien con su percha de ídolo decidió que Monterrey irá con ventaja al Estadio Azteca gracias a una joya que se firmó sobre el final del encuentro.

“El Mellizo” se inventó una chilena que será recordada por la eternidad en un juego donde Rayados no fue superior, pero terminó por ganar.

América aventajaba con gol de Viñas, pero Medina lo empató pronto. La expulsión de Córdova inclinó la balanza para La Pandilla y la chilena de Funes puso el 2-1 definitivo.

La moneda está en el aire, con un tono ligero en albiazul. Todo se decidirá el domingo.

EL JUEGO

La larga espera tuvo su fin anoche, cuando Monterrey recibió a América para dar rienda a la definición por el título del Apertura 2019. Los temas del tiempo de descanso, el viaje a Qatar, las cargas de trabajo, todo quedó de lado cuando rodó la pelota en el Gigante de Acero, que resultó un marco inmejorable para el cotejo de ida de esta final.

Dos de las plantillas más poderosas de la Liga MX saltaron al campo con sus mejores piezas disponibles; sin embargo, el duelo se tornó sumamente trabado y disputado en todas las zonas del campo.

Reuters

Nadie regalaba nada y a todas las pelotas iban con el cuchillo entre los dientes a sabiendas de que cada acción valía. Por momentos, Rayados era más propositivo, aunque sin la peligrosidad necesaria para realmente inquietar a Guillermo Ochoa. Solamente Rodolfo Pizarro y Rogelio Funes Mori se animaron a probar a puerta, mas sus tiros salieron siempre en dirección a la ubicación del meta americanista y sin la fuerza necesaria para complicarlo.

Las Águilas generaban poco al frente, aunque la primera que tuvieron hizo que Barovero se tuviera que emplear a fondo. Fue con un disparo de Guido Rodríguez en los linderos del área grande. El argentino recogió un rebote de un tiro de esquina, tiró con precisión hacia la base del poste albiazul y el Trapito se estiró tanto que evitó con una mano que se le escapara el esférico.

Sobre el final del primer tiempo llegaron las emociones que hicieron vibrar el recinto regiomontano. Primero fueron los azulcremas. Henry Martín recibió la bola entre los defensores de La Pandilla, pero logró habilitar a Federico Viñas, quien entró a bayoneta calada y sin marca. El uruguayo, con toda la ventaja, definió suave ante la salida del cancerbero rival y aunque Carlos Rodríguez casi saca la bola de la raya, no impidió que esta se encontrara con la red. ¡Gol de América!

Sin haberlo buscado con demasiada insistencia, la visita ya lo ganaba; pero poco les duraría el gusto. Uno de los puntos mejor trabajados por Monterrey apareció justo antes del descanso. La pelota parada le dio el empate a los de casa cuando Celso Ortiz peinó un centro en tiro libre con dirección al corazón del área. Stefan Medina picó al espacio y en dos tiempos venció a Memo Ochoa. De entrada, la anotación se había invalidado por fuera de lugar, mas el VAR hizo justicia y decretó la igualada. ¡La Pandilla respondió!

Reuters

Al descanso, la final era lo que prometía: una disputa muy pareja.

Con el complemento en marcha, el panorama se le complicó por completo a América. Los cremas se quedaron con 10 hombres debido a una entrada imprudente de Sebastián Córdova sobre Leonel Vangioni a la altura del medio campo. Inicialmente le habían mostrado el cartón preventivo, pero con la revisión en el videoarbitraje, Luis Enrique Santander rectificó y lo mandó a las regaderas.

A raíz de esto, comenzó el ajedrez de los entrenadores. Mohamed olió la sangre del rival y sacó a Vangioni para meter a Janssen. Sabía que la presión del rival disminuiría considerablemente. Del otro lado, Miguel Herrera mandó al campo a Rubén González para fortalecer su medio campo y contener lo más posible los embates rivales. Las posturas estaban completamente claras.

Pese a tener uno más, Monterrey no terminaba de marcar una superioridad notoria en el campo. Tenía la pelota, mas no la profundidad ni la idea necesaria para conseguir la ventaja en el electrónico. Así, el partido se hacía viejo y América veía cada vez más cerca la posibilidad de llevar todo a buen puerto, incluso, coquetearon con el segundo gol en un contragolpe en donde Benedetti fue incapaz de culminar positivamente la jugada.

En la agonía del partido, Guillermo Ochoa desempolvó la capa de héroe para ponérsela en el momento justo. Vincent Janssen puso a prueba al cancerbero crema con un cabezazo que llevaba sello de gol, pero Memo revivió su atajada a Brasil en 2014 y le negó el tanto al holandés, aunque lo mejor estaba por venir.

En la agonía, cuando parecía que América lo iba a lograr, Rogelio Funes Mori se inventó una jugada de antología para definir el juego.

Tras una serie de rebotes, “El Mellizo” recibió un centro a media altura, mató la bola con el pecho y se tiró una chilena perfecta, con potencia y colocación. Tan pronto la bola se fue al fondo, el Gigante de Acero rugió como nunca. ¡Golazo de Rayados!

La ventaja parece poca, América seguramente morderá en su casa. La ventaja es rayada, pero la moneda está en el aire.