A lo Cruz Azul y a lo Atlas. Ese doble drama se vivió en Carson. El equipo cementero pudo ganar en tiempo regular, pero los Rojinegros alargaron a penaltis con mucha furia y de último minuto. Quiñones pasó de héroe a villano al fallar el último disparo desde los once pasos. Por los celestes sólo erró Escobar, pero Romero, Tabó, Charly y Santi Giménez no lo hicieron.
La Máquina estrenó técnico y ganó un nuevo título. Eso fue de buena suerte, que a pesar de que sigue sin refuerzos llevará el trofeo de la primera edición de la Supercopa de la Liga MX a sus vitrinas. 2-2 final, 3-4 en penaltis.
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Los cementeros comenzaron una nueva era, con renovado cuerpo técnico, sin refuerzos y mucho menos el favoritismo de su lado. El flamante bicampeón rojinegro quiso seguir con su inercia ganadora después de varias décadas de no hacerlo.
En el cuadro celeste hubo estrenos. A Santiago Giménez se le vio animado con su brillante dorsal en la espalda. El hijo del Chaco es el nuevo 9 y no tardó mucho en querer demostrar que podía ser el referente en el ataque. Ángel Romero mostró el tan cuestionado número 10, que ha pasado por varios jugadores y ninguno ha podido llenarlo.
Fue un duelo trabado, sin emociones, de auténtica pretemporada. La Máquina carburó poco, pero se le vio ordenada, con un sistema que está por definirse con el técnico Diego Aguirre. Los Rojinegros tampoco mostraron su mejor versión. Fiel a su costumbre no buscaron atacar, pero sí esperaron de forma ordenada y buscaron cualquier error del rival.
Santi tuvo una oportunidad inmejorable, pero de media vuelta voló su disparo. Uriel Antuna salió lesionado por un golpe en la rodilla, esas circunstancias fueron aprovechadas por La Academia. Emanuel Aguilera se estrenó como goleador con un tiro libre impecable. El defensa mostró su gran virtud en el golpeo y venció a Jurado. El joven portero recorrió, pero no alcanzó.
Parecía que Cruz Azul se iría al descanso con la desventaja, sin embargo, Giménez aprovechó un gran servicio de Romero y con un cabezazo letal, devolvió la paridad al marcador.
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El equipo celeste se vio mejor en el complemento con el regreso de Charly Rodríguez. La voltereta no tardó. En una jugada colectiva, Escobar mandó un centro perfecto y Romero remató directo a la red. Cruz Azul estuvo a punto de alzar el trofeo en tiempo regular, pero en los últimos minutos, Quiñones apareció con mucha furia, puso el empate y alargó a los penaltis. Todo fue un drama.
Quiñones falló el último disparo y decretó el título para los cementeros, que ya tienen un nuevo trofeo y sin refuerzos.
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