Los tiempos cambian, México es el mejor equipo de Concacaf, al menos eso dice la historia, pero en la actualidad pocos lo respetan, Canadá se confirmó como el caballo negro del octagonal, el país de la hoja de maple le empató al Tricolor 1-1, ellos pueden irse tranquilos, hasta pudieron quedarse con el triunfo, pero Memo Ochoa les sacó balones que iban a gol, el empate no fue lo peor, Estados Unidos superó a Jamaica 2-0 y les arrebataron a los aztecas el primer lugar de la eliminatoria. México caminaba en la búsqueda de su boleto a Qatar 2022, pero los baches han aparecido.
La batalla no fue fácil, nadie la esperaba de esa manera, Canadá con tres individualidades preocuparon a México, Alphonso Davies, Tajon Buchanan y Jonathan David, ellos tres fueron los que mantuvieron atentos a los zagueros mexicanos. Jorge Sánchez fue el elegido para marcar a Alphonso, el jugador del América fue serio y supo frenar a la figura del gigante alemán. Davies mostró pocas veces esas zancadas que causan estragos en Europa.
MUCHOS REGRESOS
El país de la hoja de maple bajó la intensidad, ese momento fue el que aprovechó México para detonar el juego, Hirving Lozano fue la válvula de escape, el Chucky aceleró y varias veces se le escabulló a Alistair Johnston.
El Tata ocupó juntos a Hirving, Tecatito Corona y Raúl Jiménez, ese el tridente más talentoso de México, el que más le entusiasma a la gente, pero pocas veces han coincidido en el campo. Martino los tuvo disponibles y no dudó en ocuparlos. El regreso de Raúl tras 10 meses ausente luego de su fractura en el cráneo era esperado.
Nadie pronosticó el anotador del primer gol mexicano, todos le apostaron a los delanteros, incluso Héctor Herrera o Andrés Guardado, pero no, ninguno de ellos fue, Jorge Sánchez apareció de sorpresa en el área, recibió un pase perfecto del Chucky y con dos movimientos rápidos, pierna derecha para controlar el balón e izquierda para pegarle, venció a Maxime Crepeau.
El Tricolor no encontró la resistencia esperada, pero luego de eso, la hoja canadiense se afiló y se le fue encima a Ochoa. Memo tuvo que entrar en acción, su acción más destacada fue un cabezazo de Steven Vitoria, el balón iba a la portería, pero Guillermo enseñó sus reflejos y desvió el balón.
México sintió la presión canadiense, tuvo distracciones y una terminó en el tanto del empate. Davies jugó más adelante y rápido dio frutos ese movimiento, Alphonso le filtró un balón a Osorio y definió rápido a un lado de Memo. Los locales recibieron una dolorosa bofetada.
SIGUIERON PELEANDO
La reacción mexicana era lógica. Los aztecas regresaron enfadados. Jesús Gallardo se quedó cerca de recuperar la ventaja con un cabezazo que rechazó la zaga.
El Tricolor se desesperó rápido, eso provocó roces, faltas y conato de bronca, eso no fue lo peor, el enojo en el campo se trasladó a la tribuna y la gente comenzó a gritar la palabra discriminatoria en cada despeje del portero canadiense, de nada sirvió el espectáculo de luces en el entretiempo para pedirle a los aficionados que dejen de hacerlo. Los asistentes lo emitieron, el árbitro Ismael Cornejo los escuchó y detuvo el partido como lo dice el protocolo.
El juego estaba caliente. Canadá iba a marcar un autogol y luego le anularon un tanto al Tricolor. La gente siguió molesta, el sonido local tuvo que poner un audio con la palabra México a cada rato.
Martino volteó a la banca y decidió meter a Carlos Rodríguez y Uriel Antuna. El Tata se notó nervioso, como pocas veces lo ha estado.
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SIEMPRE OCHOA
Canadá sintió la desesperación de los locales y encontraron huecos que le detuvieron el corazón a más de un asistente en el estadio Azteca. Memo Ochoa tuvo que entrar en acción para impedir que los de rojo le dieran la vuelta el juego.
Gerardo metió a Luis Romo como una de sus últimas cartas. John Herdman refrescó su campo para soportar y estar encima de los mexicanos lo que restaba del partido, Canadá estaba contento con el empate, pero siempre supieron que el triunfo era posible.
La orilla estaba cerca, ningún equipo quise irse con las manos vacías. México se fue al frente con el combustible que les quedaba, sin embargo, siempre se encontraron playeras rojas en el camino.
El árbitro agregó cuatro minutos, fue poco después detener el juego por el grito, los cambios y las faltas.
El tiempo se fue como agua entre las manos, Chucky y Raúl buscaron el tanto hasta los últimos segundos, pero no llegó.
México empató, eso no estaba en el presupuesto, lo que sigue es recuperar los puntos perdidos en los siguientes juegos. El camino a Qatar se ensució.
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