La Máquina tardó, le puso dramatismo, pero volvió a pitar y ya ganó en el Guard1anes 2021. A Cruz Azul le salió la fórmula en la Bella Airosa ante los Tuzos del Pachuca y pasó de un primer tiempo para el olvido y lleno de precauciones a un complemento nada espectacular, aunque con gran efectividad al ataque, un Jesús Corona imbatible y un Mauro Quiroga errático, para conseguir sus primeros tres puntos. 0-1 final en el Hidalgo.
Cruz Azul improvisó en el Huracán. Con tantas ausencias por lesión, trámites, castigos y sin refuerzos aún, era algo que pareció obligado. Pablo Aguilar, Luis Romo, Jonathan Rodríguez Walter Montoya, Pol Fernández, Bryan Angulo, ninguno pudo estar.
Una tercera derrota en fila para los cementeros era algo impensable. Juan Reynoso, con su gran conocimiento del club que tanto quiere, supo con antelación que clubes de gran jerarquía no se pueden dar ese lujo o quizá se sintió en sus tiempos en Puebla, lo que es un hecho es que su alineación inicial estuvo llena de precauciones desde que plantó una línea de cinco con cuatro laterales nominales y un sólo delantero demasiado solitario al frente, sin ningún tipo de asociación ni acompañamiento.
Cruz Azul se sintió cómodo de esa forma. La más clara para los locales la tuvo Romario Ibarra. El ecuatoriano dejó a todos sus rivales atrás, con su velocidad ganó y Adrián Aldrete no le vio ni el polvo. En el último toque, el ofensivo disparó sin tanta potencia y para Jesús Corona fue un simple trámite sacarla por un costado. Minutos después, esa carrera intempestiva le cobró factura y tuvo que salir por molestias musculares.
Si La Máquina no recibió gol en el primer tiempo fue de auténtico milagro. Pachuca no pudo, la primer parte del plan de Reynoso salió a la perfección.
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En el complemento, lo dantesco del juego siguió su curso. La visita quiso intentar algo nuevo, una intención distinta y aunque tardó un poco, en un tiro de esquina lo logró. En la primera que tuvieron los celestes, el balón entró a la red, una efectividad inmejorable fue la que mostraron en el campo. Juan Escobar se desprendió de su marca y con un certero cabezazo puso a festejar a los suyos.
Todo fue distinto desde esa jugada. Una después, un abrazo prolongado de Erick Aguirre sobre Adrián Aldrete fue interpretado como penalti, al menos de inicio, pero con las pantallas del VAR, el árbitro Allan Morales cambió de decisión.
Así, en un abrir y cerrar de ojos, cambió el panorama. La Máquina mostró una cara renovada mientras que los Tuzos se vieron desorientados, no creyeron lo que había pasado. En esa desconfianza, los capitalinos pudieron liquidar, Roberto Alvarado tuvo el segundo, pero la falló de forma increíble.
Pachuca reaccionó, pero Cruz Azul se salvó. Jesús Corona, Ignacio Rivero y hasta los postes impidieron el empate de los hidalguenses.
La Máquina ya pitó en el 2021.
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