Cruz Azul Y Chivas ofrecieron un empate aburrido anoche en El Azteca

Jonathan Rodríguez abrió el marcador ; Miguel Ponce, a través de un formidable tiro libre, igualó todo

La prensa

  · domingo 1 de septiembre de 2019

Foto: AFP

Fuera de la zona de liguilla y tres juegos al hilo sin conocer el triunfo, concluyó la fecha doble y las cuentas no salen ni en La Noria ni en Verde Valle.

La Máquina y el chiverío repartieron el último botín. La cosecha, para ambos, es muy baja.

Cruz Azul perdió con Xolos e igualó con La Franja antes de empatar con Chivas; el Rebaño, por su parte, cayó frente a León y Necaxa.

Falta mucho recorrido, sin embargo, las cosas no están bien en ningún bando.

Jonathan Rodríguez abrió el marcador en el Azteca, dio destellos del nivel que mostró en Santos, pero no alcanzó. Miguel Ponce, a través de un formidable tiro libre, igualó todo.

Pedro Caixinha y Tomás Boy continúan con poco margen de maniobra, un paso en falso de cualquiera y la guillotina puede aparecer.

Viene una pausa en la Liga, respiro para todos.

EL JUEGO

Todavía sobándose por la dolorosa mordida que le dieron los Xoloitzcuintles, La Máquina volvió a su estación central a recargar combustible y redirigir su ruta.

Cruz Azul, contra el pesimismo de muchos de sus propios seguidores, se notó ágil y ofensivo frente al chiverío.

Bryan Angulo, titular, le dio otra cara al ataque azul; el ecuatoriano, todavía sin estar a su nivel más alto provocó que la zaga tapatía tuviera dificultades. El joven Gilberto Sepúlveda fue el que más sufrió con él y con Jonathan Rodríguez. El “Tiba” inició tras la repentina lesión de Oswaldo Alanís.

Boy también movió su esquema tradicional, Oribe Peralta y Toño Rodríguez, fueron a la banca, Alexis Vega y Raúl Gudiño, iniciaron.

El balón lo tomó La Máquina, Orbelín, casi de inmediato en el juego, probó al espigado cancerbero, Gudiño respondió bien.

Cruz Azul encimó a los rojiblancos, Yotún robó y sirvió muchos balones al frente.

Los celestes sembraron y pronto llegó la cosecha. Alvarado y Pineda se unieron, llevaron el balón a la velocidad de tren bala al área rojiblanca, ahí, el “Cabecita”, atento al trabajo de sus compañeros, se encargó de superar a Raúl. Letal contragolpe.

Tras el tanto cementero, el juego se equilibró, La Máquina siguió con las calderas prendidas, pero ya sin tanta potencia.

El Rebaño niveló el cotejo, sin embargo, escasas veces se acercaron a Corona. Alan Cervantes, Dieter Villalpando e Isaac Brizuela estuvieron imprecisos y opacos. Alexis y Pulido, sin balones para rematar.

La batalla entre dos de los equipos más populares del país quedó a deber, ni en el campo, ni en la tribuna se obtuvo el resultado deseado.

El juego fue cada vez más soso, Angulo, muy activo al inicio, comenzó a sentir los estragos de la altura de la capital.

Antes de ir al vestidor, con escasos segundos en el reloj, Miguel Ponce, a través de un tiro libre perfecto, metió al Rebaño a la pelea.

La parábola mágica del “Pocho” fue la llave para igualar la batalla. No hubo otra manera.


EL COMPLEMENTO

Al volver al campo, con todo a la par, ambos equipos fueron agresivos, Chivas, sin avasallar, se vio mejor a los celestes.

Caixinha notó que la balanza comenzó a inclinarse del lado rojiblanco y refrescó su ataque con los ingresos de Elías Hernández y Santiago Giménez, el hijo del “Chaco”, se llevó los reflectores.

Al instante, contagiado por los más frescos, Jonathan Rodríguez mostró su potencia en el área, eludió marcadores y con un tiro potente estuvo cerca de marcar, Gudiño, firme y con grandes reflejos, alejó el peligro.

Boy respondió la estrategia técnica con la entrada de Gael Sandoval.

Hubo nuevas piezas, pero el juego no cambió mucho. El equilibrio se mantuvo.

La batalla siguió y Boy decidió asegurar el empate, Fernando Beltrán entró a fortalecer la mitad del campo.

Caixinha pensó al revés, Pedro metió a Misael Domínguez en busca de un destello del veloz volante.

El juego ofreció algunas emociones más, sin embargo, no para destrabar el marcador.

El cronómetro llegó a su fin, celestes y rojiblancos, en un juego que quedó a deber, repartieron la cosecha.

HM

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