La Máquina pita y pita, y el Guard1anes 2020 es celeste. Cruz Azul reafirmó su liderato en solitario con una victoria cómoda y contundente. Esta vez, la víctima fueron los Rayos del Necaxa. 3-0 final.
Los cementeros saben jugar como local y consiguieron su octava victoria consecutiva en casa, no importa donde sea, en el estadio Azteca o en Ciudad Universitaria, el festín está asegurado.
Los celestes volvieron a realizar cambios en su once inicial. El hombre de mayor confianza para el timonel Robert Dante Siboldi en la zona defensiva, Igor Lichnovsky, no estuvo por lesión. En ese sector, el joven Josué Reyes una vez más entró al quite. Mientras que Roberto Alvarado volvió al banquillo y el peruano Yoshimar Yotún a la titularidad.
Por el lado necaxista, también hubo modificaciones. El técnico Alfonso Sosa reculó y decidió un ataque conformado sólo por Juan Delgado y Lucas Passerini, por lo que Maximiliano Salas regresó a la amargura de la suplencia.
El local empezó motivado, con la firme intención de mantener su liderato en solitario intacto. La victoria de las Águilas del América logró un empate en puntos entre ambos, eso fue motivación suficiente para que los celestes se adueñaran del esférico.
Julio César Domínguez estuvo cerca del festejo en una jugada a balón parado. El Cata se encontró con una posibilidad inmejorable, sin embargo, su remate lo dirigió a la posición exacta del portero Ángel Malagón, quien se lució con una atajada a mano cambiada.
Los de Aguascalientes mantuvieron el orden, se sintieron cómodos con el 0-0. Los capitalinos carecieron de profundidad y la desesperación estuvo cerca de cobrarles factura. En una desatención defensiva, Lucas Passerini se plantó frente a Jesús Corona, el argentino recordó su pasado y definió de forma inadecuada.
NECAXA DIO UN PASO ATRÁS
Si Necaxa perdonó, los azules no lo hicieron. Josué Reyes salió de su área y con un pase entre líneas cedió a Orbelín Pineda. El Maguito se quitó el sombrero y con maestría esperó el momento preciso, así habilitó a Jonathan Rodríguez. El Cabecita, demostró que vive un gran momento y tras quitarse al portero hidrorrayo, la envió al fondo. Ni la barrida en la línea de Julio González evitó la celebración del uruguayo.
El técnico Alfonso Sosa salió molesto del Coloso de Santa Úrsula. Todo el avance que había tenido Necaxa en las últimas semanas, que tenían a la escuadra de Aguascalientes con cuatro partidos sin perder, el mandamás del torneo lo destruyó todo en 90 minutos.
«Cruz Azul es un equipo que es líder, que está haciendo bien las cosas, pero nosotros hoy fuimos el equipo que no queremos ser. La idea era plantar cara, pero dimos un paso atrás de lo que veníamos haciendo. Teníamos la intención de hacer un buen partido, pero no fue así», expresó.
«No fue un buen partido, no tuvimos la valentía, perdimos muchas pelotas, en la ofensiva no tuvimos manera de progresar, no generamos sensación de peligro, no estuvimos precisos y un rival así no te perdona. Recibimos el primer gol y el equipo se descompuso, fue una muy mala actuación, soy el responsable, no me gustó el funcionamiento para nada», añadió con molestia.
La derrota ante La Máquina caló hondo en el estratega de los Rayos y aseguró que tendrán que mejorar para volver a ser uno de los contendientes en el torneo. «Hay pocas cosas que rescatar. Si jugamos así difícilmente podremos trascender, tenemos que entender la importancia de trabajar en equipo. Necesitamos que todos estén a su máxima capacidad, no estuvimos en nuestro mejor nivel y lo pagamos. No podemos repetir actuaciones como la que tuvimos ante Cruz Azul», finalizó.
El complemento se pintó de azul celeste. La zaga visitante concedió muchas facilidades y los capitalinos aprovecharon la inoperancia necaxista.
El Cata Domínguez esta vez no falló en el área y marcó el segundo. El festejo fue especial ya completamente recuperado del Covid-19. Juan Escobar se sumó al ataque y también colaboró.
JLP