Fue la emoción de pisar el estadio Azteca o las ganas de ayudarle a Mónica Vergara en su debut como estratega del Tricolor Femenil, pero las mexicanas dieron un juego que provoca divagar con un gran futuro. La estratega tiene un grupo con demasiada calidad. Las conexiones locales le dieron frutos, sobre todo las de Tigres. Las campeonas enseñaron el futbol que las tienen en la cúspide de la liga femenil. El proyecto de Mónica inició bien, su equipo tiene alegría y mucho talento.
Vergara se fue a lo seguro. Cecilia Santiago, Kenti Robles y Stephany Mayor estuvieron en el campo, la participación de las jugadoras que están en Europa era predecible, también la de la cerebro de Tigres, sin embargo, sorprendió con algunos movimientos como la titularidad de Nicole Pérez. La mezcla tardó en amalgamar, pero de a poco encimaron a las ticas.
La felicidad de jugar tras un año de no hacerlo se notó en el campo. Las seleccionadas quisieron mostrarse.
Costa Rica puso resistencia. No fue fácil hacerles daño. Priscila Chinchilla le ganó la espalda a Bianca Sierra y quedó sola para disparar, sin embargo, su remate se fue por un costado.
Las costarricenses jugaron sin presión. El estadio Azteca no las intimidó. Ese fue un problema para las mexicanas.
El juego estuvo equilibrado hasta que Rebeca Bernal anotó con la cabeza. La jugadora de Rayadas entró sin marca e impactó de manera perfecta el balón que le envió su compañera Nicole Pérez. Las de la Pandilla se unieron para cambiar el rumbo del juego.
El huracán mexicano estaba en camino, pero antes se pausó el juego para tomar agua. El termómetro marcó 25 grados centígrados. Todas las jugadoras agradecieron esos segundos de calma.
El gol azteca les generó desconfianza y enojo a las ticas.
Melissa Herrera se enredó con Stephany Mayor, intercambiaron patadas, algunas palabras, el juego fue amistoso, pero en 2018 verdes y costarricenses se enfrentaron en la final de los Juegos Centroamericanos. México ganó 3-1 en Barranquilla y se quedaron la medalla de oro.
Costa Rica se desbarató. Katty Martínez tomó un rebote en los linderos del área, levantó la vista y con el pie izquierdo formó una parábola que terminó en el ángulo izquierdo de Noelia Bermúdez. Katty corrió a la banca y abrazó a Mónica Vergara. Las risas y alegría fueron evidentes.
México se soltó. Daniela Espinosa con un tiro que se estrelló en el poste y un tiro de Katty se quedaron cerca de incrementar el marcador.
El entretiempo les dio un respiro a las ticas, pero el Tricolor regresó con las mismas ganas de marcar.
Las conexiones de la liga local dieron otro fruto. María Sánchez desbordó como siempre lo hace en Tigres, Stephany Mayor le pidió el balón, la que fuera jugadora de Chivas se lo puso a su compañera en la cabeza y la capitana se hizo presente en el marcador.
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Amelia Valverde supo que el juego estaba casi perdido, pero intentó responder con el ingreso de Raquel Rodríguez.
Mónica Vergara decidió invitar a la fiesta a tres jugadoras más. Andrea Sánchez, Kiana Palacios y Alicia Cervantes entraron al juego.
El combustible de las costarricenses se terminó. México pidió un penalti por una mano en el área, pero Diana Pérez no lo señaló.
La pausa para ingerir agua fue necesaria. El calor en la capital siguió incrementándose.
Mónica decidió ocupar todos los cambios. Montserrat Hernández, Alison González y Liliana Mercado estuvieron en el campo. El orden se cayó.
Costa Rica con un tiro libre de Cristal Sandí que se estrelló en el poste avisó que iban a buscar el tanto de la honra.
Sobre advertencia no hubo engaño. Fabiola Villallobos aprovechó que Alison González no alcanzó a cabecear un balón, le quedó a placer y definió a un lado de Ceci Santiago.
Lo que siguió fue un partido desorganizado. México buscó otro tanto, pero en base a sus individualidades. Las conexiones desaparecieron.
El reloj se consumió. México ganó y dejó un grato sabor de boca. El martes en el CAR se vuelven a enfrentar.
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