El invicto de Pumas vio su fin en Coapa. América supo levantarse de un marcador adverso ante las líderes generales para quedarse con tres puntos para su causa y el orgullo intacto de la institución.
Liliana Rodríguez abrió el marcador con un golazo, pero en el complemento las Águilas resurgieron; Santamaría con un autogol puso el empate, Espinosa y Hernández sentenciaron el 3-1 con el que las cremas se quedaron el duelo.
Bajo un intenso sol en la Cancha Centenario de Coapa, América y Pumas pusieron en marcha una nueva edición del Clásico Capitalino en la Liga MX Femenil.
Con el correr de los minutos, las auriazules adelantaron líneas y comenzaron a jugar más en territorio de las locales. Las llegadas ahora eran universitarias.
El cotejo se tornaba parejo y cerrado, parecía que solamente una genialidad rompería el cero y fue ahí cuando apareció Liliana Rodríguez.
La mediocampista se encontró con una bola que Santamaría no pudo controlar y desde larga distancia, sacó un zapatazo potente y bien colocado que tomó adelantada a Natalia Acuña, la techó y fue a dar al ángulo superior derecho. La arquera americanista se lanzó, pero solamente sirvió para hacer más vistosa la joya felina. ¡Golazo de Pumas!
Las del Pedregal se ponían en ventaja, se llevaban el 0-1 al descanso y seguían haciendo gala de su fortaleza defensiva, misma que América tendría que romper si es que querían regresar en el encuentro para la segunda mitad.
Seguras de mantener la ventaja, las felinas cedieron la iniciativa a las Águilas desde que inició el complemento, cosa que las Millonetas agradecieron y aprovecharon.
Con paciencia, las dirigidas por Leonardo Cuellar trabajaron su juego y gracias aun error grave del rival consiguieron el empate cuando Farías metió un trazo largo en un tiro libre que Fabiola Santamaría intentó cortar, pero solamente consiguió desviar hacia su propio arco. Villeda no esperaba esa acción y no logró tapar. Así se igualaban los cartones.
Después de eso, bastaron tres minutos para que la voltereta. Primero fue Dani Espinosa, quien tuvo su revancha tras el fallo del primer tiempo y esta vez fue contundente al encontrarse con la pelota cerca del área chica para definir con potencia.
En un abrir y cerrar de ojos posterior al segundo tanto, las cremas pondrían distancia definitiva. Montserrat Hernández condujo metros y metros sin que nadie se interpusiera en su camino, entró al área y con poca potencia, pero mucha colocación, puso la bala blanca pegada a la base del poste derecho. ¡Gol de América!
La UNAM ya no encontró reacción y su invicto quedó en Coapa. América se quedó a toda ley con el Clásico y tuvo una actuación convincente.
