Las marcas ya le están quedando cortas al América de Fernando Ortiz. Atrás quedó Miguel Herrera, Mario Carrillo y Santiago Solari con sus seis duelos consecutivos con victorias, el Tano ya se inscribió en la limitada lista que integran Miguel Ángel López y Jorge Solari con ocho triunfos seguidos, pero es la forma en la que juegan las Águilas lo que hace pensar que la racha de ocho, nunca antes lograda, sucederá.
Anoche en el Azteca, el vuelo se complicó en un primer tiempo cerrado, aunque fue cuestión de que cayera el primer gol para que el resto llegaran. Los cremas terminaron por superar 3-0 al Atlético de San Luis y con eso igualar lo hecho por el Zurdo y el Indio en el pasado.
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La historia toca la puerta del actual equipo amarillo. Aguascalientes, una cancha donde le cuesta mucho triunfar, será la prueba de fuego.
El martes por la noche fue diferente en el barrio de Santa Úrsula. El ambiente no fue como el de otras días, a la gente le costó llegar al Azteca por el horario laboral. Los que se animaron confiaron siempre en que la marca llegaría.
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Jardine no se la puso fácil a las Águilas. El técnico visitante, ausente para el encuentro, planteó un medio campo lleno de hombres con vocación defensiva. Güémez, Castro, Iniestra y Waller prometían frenar la creación que Fidalgo, Zendejas y Valdés intentarían.
El primer susto lo dio Abel Hernández. El espigado uruguayo se levantó en el área y con la testa superó a Ochoa. El VAR lo cachó con las manos en la espalda de Araujo para anular la diana.
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