Un día como hoy, pero de 1984, la historia de la NBA y en general del deporte en general cambió por completo una vez que Michael Jordan llegó a la liga de los Estados Unidos para jugar con los Chicago Bulls. Activo de 1984 hasta 2004, con un par de años alejado de las duelas, el icónico 23 de los Toros es considerado una de las mayores leyendas del deporte en la historia, sin embargo, dicha historia estuvo a nada de no ser como la conocemos gracias al Draft de la NBA, pues por increíble que parezca, Jordan no fue el número uno de aquella generación.
Desde que Jordan le dio el título a la Universidad de Carolina de Norte en 1982, se perfiló para ser una auténtica estrella de la NBA, pero al estar a la par del también histórico Hakeem Olajuwon, muchos analistas y expertos vieron a Jordan debajo del enorme nigeriano, pero había quienes creían que Michael era el verdadero número 1.
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¿Cómo funcionaba el Draft de la NBA cuando Jordan llegó a la liga?
Si bien hoy el destino de cada jugador y equipo depende primero de la famosa 'Lottery', proceso que literalmente deja al azar las selecciones de las primeras 10 instituciones, en aquellos años el número uno se determinaba por medio de un volado.
Los Houston Rockets y los Indiana Pacers, al ser los dos peores equipos, disputaron dicho volado que desde un inicio, tuvo a Hakeem Olajuwon como la principal elección, mientras que Michael Jordan y Sam Bowie se peleaban el puesto dos. Sin embargo, el canje de Indiana con Portland esclareció todo.
El día del Draft de 1984, Houston tuvo claro en todo momento ir por Olajuwon, mientras que Portland, quien subió de posiciones gracias a un canje con Indiana y para sorpresa de todos, eligieron a Sam Bowie. Los Bulls, que ya tenían clarísimo el ir por Jordan, incluso dudaron en poder elegir a Jordan ante un posible canje entre Rockets y Trail Blazers con tal de ir por Michael, pero esto se cayó.
Chicago, la franquicia que pasó de ser mediocre, a una de las mejores en la NBA
Al final los Chicago Bulls, una franquicia perdedora de la NBA terminó fichando a Michael Jordan y con ello, en tan sólo 13 años con la institución, lograron 6 títulos, además de una baraja impresionante de reconocimientos individuales que elevaron al icónico 23, como la mayor leyenda del deporte ráfaga.
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