El escritor británico Ben Oliver creció leyendo libros de terror y disfrutando la sensación de sentir miedo conforme iban avanzando las páginas. Pero cuando decidió iniciar su carrera, la ciencia ficción fue el género que lo llevó a explorar futuros apocalípticos, aunque no tan alejados de la situación actual.
Y es que para el autor, quien presenta el libro El bloque (segunda parte de la saga El circuito), la situación actual que se vive tanto política como económicamente, no pinta para construir una sociedad que algún día logre convivir con armonía, especialmente considerando que hay un sector de la población al que no le interesa ayudar a los menos afortunados.
“Todos los millonarios de la era moderna tienen el potencial para convertirse en un súper villano”, asegura. “No hay billonarios éticos en el mundo. Tienen dinero, están acumulando riquezas y con eso podrías ayudar a los demás. Siempre ha sido así, la gente con poder, no lo quiere soltar para lograr un bien, aunque saben que muchos se podrían beneficiar”.
La saga sigue la vida de un joven llamado Luka, que se encuentra preso en una cárcel de máxima seguridad. Ahí es sometido a constantes torturas, y obligado a participar en crueles experimentos médicos, que buscan mejorar la vida de los Atls (humanos de clase alta). Su situación cambia drásticamente cuando se desata una guerra en el exterior, que convierte a las personas en despiadadas máquinas asesinas.
Ben compartió que con esta historia busca mantener a los lectores en vilo, tal y como él estaba cuando leía libros en su infancia, pero al mismo tiempo que los lleve a reflexionar sobre la desigualdad que impera en todo el mundo.
Al cuestionarlo sobre el proceso de escribir este tipo de textos en un mundo que deja poco a la imaginación, subrayó que no importa cuán turbia sea la realidad, por el momento su literatura busca ser una oportunidad para presentar mundos diferentes, que por un segundo brinden un descanso mental a los problemas.
"Personalmente no quiero estar escribiendo de eso, ni creo que la gente quiera leer ese tema del que nos queremos alejar lo más que podamos. Ahora los medios exageran, estamos viviendo en escenarios muy feos de los que nos queremos olvidar", comentó.
"Fue accidental que las cosas terminarán acercándose a lo que estamos pasando en esta pandemia, y que lo del libro se pareciera a lo que hacemos en cuarentena, donde pareciera que estamos viviendo el mismo día una y otra vez", agregó entre risas.
El escritor adelantó que ya está trabajando en la tercera y última entrega de la serie, y continúa en espera de que se concrete el proyecto televisivo basado en su obra, que correrá a cargo del productor de Black Mirror, Louise Sutton.
"Me solicitaron los derechos incluso antes de que se publicara el libro, porque ellos leyeron la idea y les gustó. Pero ahora con la pandemia es más lento, y tomará más tiempo", finalizó.