Kate Middleton, la princesa de Gales británica, saludó a la multitud y sonrió ampliamente desde el balcón del Palacio de Buckingham tras presenciar un desfile militar el sábado, en su primera aparición pública este año mientras se somete a un tratamiento frente el cáncer.
La princesa de 42 años, pasó dos semanas en el hospital en enero tras someterse a una operación abdominal mayor. Dos meses después anunció en un mensaje de vídeo que las pruebas habían revelado la presencia de cáncer y que estaba recibiendo quimioterapia preventiva.
Sigue en tratamiento, pero la mejoría de su salud le ha permitido aparecer en público por primera vez desde diciembre.
La princesa acudió en un carruaje cubierto con sus tres hijos para presenciar el "Trooping the Colour", un desfile militar anual con motivo del cumpleaños oficial del monarca británico, el rey Carlos.
A pesar de las fuertes lluvias, la multitud se alineó en las calles y saludó y vitoreó al paso del carruaje, superando en número a un pequeño grupo de manifestantes que portaban pancartas pidiendo el fin de la monarquía.
Carlos iba en un carruaje separado con la reina Camilla, seguido del príncipe William, heredero de Carlos y marido de Catalina, que iba a caballo junto con otros altos cargos de la familia real.
Kate, vestida con un traje pálido decorado con un lazo blanco y azul marino de la modista británica Jenny Packham y un sombrero de ala ancha a juego del sombrerero irlandés Philip Treacy, observó la ceremonia desde una ventana con vistas al patio de armas.
Señaló algunos aspectos del acto a sus hijos, el príncipe Jorge, la princesa Carlota y el príncipe Luis, mientras Carlos saludaba a las soldados que pasaban desde un estrado cubierto en el mismo patio de armas.
El rey y la reina, así como William, Kate y otros miembros de la familia real, regresaron más tarde al palacio de Buckingham para ver un desfile militar desde el balcón. Catalina sonrió ampliamente y saludó.
En un inusual mensaje personal escrito el viernes, dijo que estaba haciendo buenos progresos, pero que "no estaba fuera de peligro". Dijo que estaba deseando asistir al desfile del sábado y que esperaba participar en algunos compromisos públicos durante el verano boreal.
La oficina de Kate, el Palacio de Kensington, se ha negado a dar detalles sobre el tasa de cáncer o sobre su tratamiento, aparte de decir que la quimioterapia preventiva había comenzado en febrero.
Antes del desfile, los curiosos dijeron que estaban deseando ver a la princesa.
"Sé que es el cumpleaños del rey, pero todos los ojos estarán puestos en Kate porque hace tiempo que no la vemos", dijo John Loughrey, que llevaba una camiseta con fotos de Catalina.
Otra espectadora, Anne Gaely, que llevaba una figura de cartón de tamaño natural de la princesa, dijo que se sentía aliviada de que Kate estuviera allí en carne y hueso.
"Todos hemos estado muy, muy preocupados e inquietos al respecto, pero ahora esto va a ser alegre, eufórico y fabuloso", dijo.
En su mensaje del viernes, Kate dijo que había quedado "anonadada" por los miles de amables mensajes recibidos de todo el mundo, que habían marcado una gran diferencia para ella y Guillermo.
"Estoy haciendo buenos progresos, pero como cualquiera que pase por la quimioterapia sabrá, hay días buenos y días malos", decía el comunicado de Catalina.
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Su enfermedad ha coincidido con la de Carlos, de 75 años, que también se ha sometido a un tratamiento frente el cáncer. Regresó a sus funciones públicas en abril, y ha permanecido ocupado, aunque sus compromisos diarios se están limitando para minimizar los riesgos para su recuperación.
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