/ viernes 12 de marzo de 2021

El estilo ecuestre, la apuesta para el otoño del Longchamp

La firma francesa presentó chalecos acolchados y vestidos mini como las piezas estrellas de la colección 

La colección ready to wear otoño-invierno de la icónica firma francesa Longchamp está inspirada en el estilo ecuestre y en el trabajo del diseñador de interiores Pierre Paulin, misma que se presentó en el famoso salón de equitación Battesti de París durante la cuarta jornada de Fashion Week.

Varias siluetas presentaban chalecos acolchados sin mangas en piel de cordero, camisa de mezclilla y suéteres de cuello alto acanalados de lana estilo años setenta deslizados debajo de camisas, trajes y vestidos. Para equilibrar lo sport, se usaron vestidos midi fluidos o pantalones cortos con botas de tacón hasta la rodilla, que exudan un ambiente eminentemente femenino e ilustran las diversas facetas de Longchamp.

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Lo más destacado fue un vestido de piel de cordero rojo con volantes coquetos combinados con una prenda entallada de tejido acanalado en blanco y botas blancas, y una combinación de blusón y pantalones en exuberante gamuza caramelo. Un toque más casual fue introducido por dos trajes masculinos de gran tamaño en rosa y pana gris suave, que fueron usados con mocasines blancos adornados con gruesas cadenas de acetato, tanto los colores como los accesorios asintiendo con la cabeza a los años sesenta y setenta.

El show fue inaugurado por Mica Arganaraz que usó una chaqueta de safari negra ceñida sobre un suéter rojo de canalé delgado y shorts corto en blanco, usados con botas de lluvia negras y largos calcetines rojos.

El complemento de cada look fueron los icónicos bolsos de la firma y los estrellas de la temporada son el Brioche que se presentó en mezclilla, en piel de oveja sintética y en colores pop con acolchados en forma de ondas que hacen referencia a las líneas sinuosas de una silla Pierre Paulin. El icónico Le Pliage, reinterpretado en piel de cordero acolchada, tanto en su forma clásica como en una mochila con cordón ajustable.

Por último, pero no por ello menos importante, el accesorio It de la colección fue un sombrero de pescador en lona Jacquard LGP que capturaba tanto la energía traviesa como el misterioso encanto de la Parisienn de Longchamp.

La colección ready to wear otoño-invierno de la icónica firma francesa Longchamp está inspirada en el estilo ecuestre y en el trabajo del diseñador de interiores Pierre Paulin, misma que se presentó en el famoso salón de equitación Battesti de París durante la cuarta jornada de Fashion Week.

Varias siluetas presentaban chalecos acolchados sin mangas en piel de cordero, camisa de mezclilla y suéteres de cuello alto acanalados de lana estilo años setenta deslizados debajo de camisas, trajes y vestidos. Para equilibrar lo sport, se usaron vestidos midi fluidos o pantalones cortos con botas de tacón hasta la rodilla, que exudan un ambiente eminentemente femenino e ilustran las diversas facetas de Longchamp.

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Lo más destacado fue un vestido de piel de cordero rojo con volantes coquetos combinados con una prenda entallada de tejido acanalado en blanco y botas blancas, y una combinación de blusón y pantalones en exuberante gamuza caramelo. Un toque más casual fue introducido por dos trajes masculinos de gran tamaño en rosa y pana gris suave, que fueron usados con mocasines blancos adornados con gruesas cadenas de acetato, tanto los colores como los accesorios asintiendo con la cabeza a los años sesenta y setenta.

El show fue inaugurado por Mica Arganaraz que usó una chaqueta de safari negra ceñida sobre un suéter rojo de canalé delgado y shorts corto en blanco, usados con botas de lluvia negras y largos calcetines rojos.

El complemento de cada look fueron los icónicos bolsos de la firma y los estrellas de la temporada son el Brioche que se presentó en mezclilla, en piel de oveja sintética y en colores pop con acolchados en forma de ondas que hacen referencia a las líneas sinuosas de una silla Pierre Paulin. El icónico Le Pliage, reinterpretado en piel de cordero acolchada, tanto en su forma clásica como en una mochila con cordón ajustable.

Por último, pero no por ello menos importante, el accesorio It de la colección fue un sombrero de pescador en lona Jacquard LGP que capturaba tanto la energía traviesa como el misterioso encanto de la Parisienn de Longchamp.