La próxima elección del Sindicato de Maestros al Servicio del Estado de México, a realizarse en octubre próximo, tiene sumamente nerviosos a los séquitos del actual dirigente, Marco Aurelio Carbajal Leyva, quien para nada quiere soltar las mieles del poder y las prebendas que giran en torno a una organización que hace de todo, menos apoyar y respaldar al magisterio. A medida en que se cierra el tiempo y se aproximan los días para cambiar el rostro de uno de los sindicatos más politizados del país, la incertidumbre crece y el pánico se apodera Carbajal Leyva, pues es alta la posibilidad de que su círculo de poder quedé desplazado y con ello se rompa toda una cadena de privilegios y cotos de poder que históricamente han caracterizado a ese sindicato. Tras la victoria en 2023 de la gobernadora Delfina Gómez Álvarez y el descalabro que sufrió el PRI en las pasadas elecciones, el sindicato de Marco Aurelio Carbajal Leyva y sus acciones de privilegio solo para unos cuantos comenzó a llevar a cuestas el fantasma de la transformación. Hoy el grupo que no quiere desapartarse de las prerrogativas acusa que hay mano negra en el proceso para renovar la diligencia, como si nunca en la vida sindical hubieran existido marrullerías para beneficiar a los bendecidos como el propio Carbajal Leyva. El viejo corporativismo sindical que durante décadas marginó al magisterio, al profesor de clase y a los maestros con vocación de servicio, siente actualmente la amenaza real contra los cotos de poder de una organización que ha estado al servicio de intereses de grupo y de lineamientos políticos que hoy quedaron sin brújula. Será en octubre cuando se vea cómo el choque de fuerzas logra el acomodo en un sindicato viciado y plagado de intereses que jamás tomaron en cuenta a los miles de mentores de uno de los estados más poblados del país. Entre las filas del magisterio, en las bases, hay hartazgo contra los grupos que han encabezado el sindicato y también existen deseos de cambio por el bien de uno de los sectores más valiosos en la educación pública.
A RENGLÓN SEGUIDO
VÍCTIMA de sus propias tribus, el PRD que aún sobrevive en el Estado de México juega con lumbre, al proyectarse como indestructible con el discurso de su principal exponente, Omar Ortega Álvarez, quien asegura que el partido resurgirá como el ave fénix, y que eso de las alianzas quedó en el pasado, por lo que caminará solo en la próxima efervescencia política, tras hacerle el fuchi al PRI y al PAN. El tiempo dirá cuánto durará su agonía… ASEGURA el gobierno de la alcaldesa de Naucalpan, Angélica Moya Marín, que las infracciones de tránsito tuvieron que regresar después de estar suspendidas desde el inició de su gobierno como herencia del anterior, sólo porque los naucalpenses lo pidieron. ¿Será?. Muchos se preguntan que de cuando acá atienden lo que el pueblo pide. El tema es que dentro del propio ayuntamiento, algunos servidores públicos afirman que es el último estirón dado que el 31 de diciembre termina el trienio y la estrategia es para alimentar el llamado “Año de Hidalgo”… A PROPÓSITO de tajadas, los habitantes de la colonia Jardines de Morelos, en el municipio de Ecatepec, dicen estar hartos de obras mal hechas por parte del gobierno municipal. Esto, tras las molestias generadas sobre la avenida del mismo nombre, donde se llevan a cabo trabajos de red hidráulica, los cuales -a decir de los pobladores- son maniobras para ejercer recursos que quién sabe a dónde van a parar, pues denunciaron que en las últimas dos grandes obras hechas en la comunidad la característica fue el desastre porque no funcionan… PESE a las muestras de inconformidad de simpatizantes y militantes del Partido Verde Ecologista en el Estado de México, tras los señalamientos de que el dirigente Pepe Couttolenc ha hecho del instituto político su principal agencia de colocaciones, no se vislumbran cambios en favor de las bases, y por el contrario, el dirigente sigue haciendo amarres cupulares con grupos de poder en la entidad, lo que demuestra claramente que un partido político antes que otra cosa es un negocio.
