Con el destape de Andrés Manuel López Beltrán por parte de su padre, el Presidente de la República, quien anunció públicamente que su hijo incursionará en la vida pública, a través de Morena, la organización política que él fundó, la primera víctima política visible es el próximo Secretario de Economía del gobierno federal, Marcelo Ebrard Casaubón. Sólo las mentes ingenuas creerán en las versiones oficiales de que los espacios políticos se ganan por méritos. La jugada desde ahora es que el próximo perfil que ocupe la candidatura presidencial quede en favor del hijo del aún Primer Mandatario, con lo que las aspiraciones obsesivas de Marcelo Ebrard, quien estuvo a punto de romper con Morena por las trampas de las que se valió Claudia Sheinbaum, cobijada desde Palacio Nacional y por todo un aparato político-partidista-gubernamental para quedarse con la candidatura presidencial, se vienen abajo. El proyecto político está claro: asegurar el triunfo después de los próximos seis años de gobierno, periodo perfecto para ensalzar la figura de López Beltrán y posicionarla como el heredero de un estilo de gobierno basado en la “austeridad republicana” o “pobreza franciscana”. Aquello de que el poder solo tiene sentido cuando se pone al servicio del pueblo no es más que una oración de manipuleo, porque con este destape se ratifica una vez más que el poder corrompe, enferma y trastorna, al grado de no querer abandonarlo con la bendición del padre en el nombre del hijo, tal y como sucedió en los regímenes del PRI, donde el “lobo” cambiaba de posición, pero al final todos eran de la misma manada. En política ciertamente el tiempo es oro puro, y si a Marcelo Ebrad se le fueron los seis años que quiso buscar como Presidente de la República, tendrá que enfrentar otra vez la maquinaria del “mandamás” porque el camino está allanado en favor del hijo. Incluso ya lo afirmó el senador de Morena, Félix Salgado Macedonio, quien sabe de sobra eso de heredar posiciones y de pasar estafetas en línea sanguínea, y no descartó que el próximo alfil presidencial morenista sea el hijo que lleva el mismo nombre para que en el subconsciente de la sociedad permee el “lopeztriunfalismo”.

A RENGLÓN SEGUIDO

DENUNCIAN ex empleados del gobierno municipal de Toluca que llevan meses sin recibir el pago de sus jubilaciones. Dicen que son al menos 54 adultos mayores los afectados desde que comenzaron las administraciones de Morena, por lo que ahora el próximo alcalde, Ricardo Moreno, también militante morenista, deberá darle solución a un abuso de la administración local… PARA no ser del montón, el diputado Fernando Vilchis Contreras, ex alcalde de Ecatepec, presentó una propuesta dirigida a la gobernadora del Estado de México, Delfina Gómez Álvarez, con el fin de que se reinstale el monumento en honor a Emiliano Zapara en Paseo Tollocan. La solicitud del legislador fue calificada como un “sin sentido” por parte de los propios morenistas de su municipio, pues aducen que nada hizo en favor de Ecatepec y ahora anda impulsando acciones en otras regiones de supuesto apoyo a sectores sociales como los grupos indígenas. La expectativa es que bajo esa proyección sí será uno más del montón… QUIEN deseaba una posición estelar en el Congreso mexiquense es Maurilio Hernández González, y al final no le fue tan mal porque le dieron nada más ni nada menos que la presidencia de la mesa directiva de la Cámara de Diputados. El premio de consolación no queda ahí, pues ahora los parlamentarios de Morena, fieles a su costumbre de mayoriteo, van por cambios y extender el periodo de duración en dicha presidencia hasta por un año, y no de seis meses como se venía operando. Maurilio Hernández acumulará al final de la presente Legislatura nueve años como diputado local, ocupando las carteras más importantes del Congreso.