Mientras el gobierno insiste en atender sólo las causas que detonan los altos niveles de violencia en el país, abrazando a los prójimos que han decidido caminar por las vías del crimen, sin poner en práctica los protocolos del uso de la fuerza, la incidencia delictiva sigue escalando a niveles alarmantes. La fuerza del hampa es de tal magnitud que no sólo tiene sometidos a millones de mexicanos, sino a los propios representantes del gobierno. Ciertamente no es nuevo que los delincuentes pongan las reglas y la autoridad las acate, pero la falta de contundencia contra los criminales ha provocado que éstos se impongan sobre funcionarios encargados de brindar seguridad a la población. El llamado Operativo Enjambre no es más que una pequeña chispa ante un brutal incendio que consume al país, pues las alianzas vituperables están incluso a niveles de gobernadores. La realidad que envuelve al país en materia de violencia constituye claramente el fracaso de la estrategia de combate a grupos criminales, los mismo que hoy son los reyes que marcan la pauta, que ponen las reglas y que controlan las decisiones de las autoridades. La presión de los malandros ha llegado a tal grado que algunos de los próximos presidentes municipales del Estado de México se han acercado a la Secretaría de Seguridad estatal para pedir apoyo en las designaciones de los directores de seguridad en los ayuntamientos. Según el titular de la corporación estatal, el militar Cristóbal Castañeda Camarillo, por lo menos 35 alcaldes que entrarán en funciones a partir del 1 de enero de 2025 han pedido apoyo para nombrar a los jefes policiacos de sus respectivos municipios. El fantasma criminal tiene aturdidas a las autoridades municipales y hay temor de que las designaciones de los responsables de la seguridad no sean las adecuadas, lo que refleja el grado de penetración de organizaciones criminales en las esferas de gobierno, sobre todo los emanados de Morena, que por cuestiones políticas se ven obligados a seguir aquello de que son mejores los abrazos ante el avance criminal.
A RENGLÓN SEGUIDO
SOBRE el objetivo que busca romper nexos del gobierno con grupos delictivos prevalece todo un misterio en torno al Operativo Enjambre, que se convirtió como en el más reciente estandarte del combate a la corrupción, el contubernio y la “hermandad” entre gobierno y criminales, pues nadie sabe qué sigue ni cuáles órdenes de aprehensión quedaron en el tintero. En unos días más, en efecto, entrarán en funciones nuevos alcaldes con sus respectivos equipos de gobierno y es posible que los presuntos funcionarios en activo que están señalados, pero no detenidos, emprendan la huida ante los pitazos surgidos desde las entradas de las corporaciones… BAJO el compromiso de darle continuidad a los proyectos de desarrollo, Yoselin Mendoza rindió protesta como próxima presidenta municipal de Nicolás Romero, en un acto en el que estuvo arropada por las bases de Morena en aquella zona del Estado de México. El reto de la alcaldesa que comenzará su gobierno el 1 de enero de 2025 será consolidar el progreso de la localidad e integrarla al avance de la zona metropolitana del Valle de México… AQUELLO de mantener la austeridad republicana con tendencia a la pobreza franciscana sólo quedó en el anecdotario de la retórica populista, pues el gobierno del Estado de México no descarta aumentar impuestos para el próximo año. Sí, es posible que vengan ajustes tributarios al alza para poder atender compromisos en materia de seguridad, educación y salud, según estimaciones de la gobernadora Delfina Gómez Álvarez, aunque aclaró que los aumentos podrían ser “mínimos”.