A dos años tres meses de la llegada de la pandemia por Covid-19 a México, la capital del país ha sufrido las consecuencias de la misma de diferentes formas. Sin embargo, en términos de reactivación económica, la constante ha sido una: no ha sido suficiente lo realizado. Necesitamos poner manos a la obra el gobierno y los sectores productivos para salir adelante y como se dice popularmente “darle la vuelta la tortilla”.
Revisemos algunos números. Mientras el país en su conjunto registró en 2021 un crecimiento de la economía del 4.8 por ciento, la Ciudad de México apenas alcanzó el 0.5 por ciento, de acuerdo con la última información publicada por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) sobre el crecimiento en las entidades federativas.
Seguramente coincidimos, estimado lector, en que no es un buen dato, mucho más si consideramos que se venía de una fuerte caída de poco más del 9%. Necesitamos acelerar la reactivación económica. Colocarla como objetivo prioritario de las políticas públicas.
Los números y los hechos nos indican que, comparativamente, nos encontramos en los niveles que teníamos en 2015, es decir, estamos con seis años de rezago.
La consecuencia de esta falta de crecimiento en la Ciudad de México se ha visto reflejada en el empleo y en el ingreso de las familias como en ninguna otra parte del territorio nacional. Conforme a los registros del IMSS, en lo que va del año, apenas se registran 13,469 nuevos puestos de trabajo y en los últimos dos meses, abril y mayo con una clara disminución de su ritmo.
Los empresarios de la capital agrupados en la Coparmex, hemos advertido sobre esta situación durante ya muchos meses. Tenemos la certeza de que el tiempo de profundizar y decidir nuevas medidas apremia. Sin ellas, el riesgo de un sexenio perdido es latente.
Esperamos que el dato positivo de crecimiento en el país en el primer trimestre del año, que de mantenerse con la misma tendencia nos llevaría en todo el año a tasas del 3 por ciento, se vea reflejado en la capital del país.
Lo anterior considerando el importante repunte en sectores como los servicios de esparcimiento, los servicios de alojamiento, el sector financiero y las tecnologías de la información y comunicación, con una presencia importante en la Ciudad de México.
Pero no será en automático, es claro que se precisa de medidas certeras que incentiven la actividad productiva y el empleo formal. De otra forma, de nueva cuenta quienes sufrirán con mayor fuerza las consecuencias serán las familias de más bajos recursos.
¿Qué se requiere?
En enero del año pasado, la organización México, ¿cómo vamos?, publicó el estudio “La economía mexicana necesita recursos, inversión y un plan detallado para la reactivación económica”. En el documento se ponía de manifiesto que los estímulos fiscales para las MiPyMEs se encuentran en este eje, pero sólo como un punto de discusión con la Secretaría de Hacienda y el Congreso, cuando todos los días cierran más empresas a causa de la pandemia.
Agrega que, “el año pasado cerraron más de un millón de micro, pequeños y medianos negocios de acuerdo con el INEGI, lo que equivale a 1 de cada 5 empresas de este segmento que existían en 2019.
Y como hemos insistido durante toda la pandemia, el estudio en mención asegura que “más del 60% de las empresas han expresado en ambas ediciones de la Encuesta sobre el Impacto Económico Generado por COVID-19 que la política de apoyo que requieren son apoyos fiscales.
Y sí, esos estímulos aún no llegan. Al menos no como se requieren para que la reactivación económica sea menos complicada.
Sin embargo y, afortunadamente, parece que hay una nueva actitud de diálogo de algunas autoridades, del Ejecutivo y Legislativo para enfrentar la situación. En este sentido, han sido fructíferas y positivas las reuniones sostenidas con la Secretaría de Finanzas de la capital, Luz Elena González, con quien hay un compromiso de trabajar desde diversos ámbitos para encausar positivamente la reactivación económica.
Otro actor con quien también hemos tendido lazos con resultados mejor de los esperados, es con el secretario de Gobierno de la ciudad de México, Martí Batres. Con él hemos tendido puentes y la comunicación es abierta. Esperemos que de las palabras pasemos a los hechos y se beneficie con estos trabajos la reactivación económica, el empleo y la generación, nacimiento de nuevas empresas en la CDMX.
Nuestros puntos relevantes
Durante las reuniones con los actores antes mencionados, además del trabajo con legisladores de todos los partidos, Coparmex Ciudad de México ha puesto sobre la mesa algunos puntos que consideramos relevantes.
El primero: Realismo. Reconocer en toda su magnitud la difícil situación que enfrentamos, de muy poco ayudan los discursos triunfalistas.
Segundo: colocar la generación de empleo formal y productivo, así como la reactivación económica como una prioridad de las políticas públicas. Los tiempos no están para distraerse en otros temas que no son propios del desarrollo de la capital.
Tercero: se requiere de señales claras y decididas que incentiven la actividad económica. Un Congreso que cambie de una visión reguladora e inhibidora a una de promoción y fomento de la inversión.
Cuarto: medidas generales para una época de crisis, consistentes en menos fiscalidad a la inversión y el emprendimiento, así como un cambio gradual en la dirección del gasto público en favor del desarrollo económico.
Quinto: medidas específicas que reduzcan la carga impositiva sobre el empleo en forma general y permanente, como en el caso del impuesto a las nóminas o la reinstalación de mesas intersectoriales en sectores claves, como el turismo, el financiamiento, la tecnología, la energía y el medio ambiente.
Coparmex Ciudad de México tiene como objetivo primordial la reactivación económica de manos de todos los actores involucrados para ello porque nos interesa que las empresas pequeñas, medianas, grandes tengan larga vida para generar riqueza, empleo y bienestar para todos los capitalinos. Sabemos que #JuntosSomosMásFuertes y lo lograremos.
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