/ jueves 24 de octubre de 2024

Tendencias Económicas y Financieras / IMSS para los Uber

Actualmente se discute en el Congreso de Ciudad de México una disposición para que las plataformas como Uber, Didi, Rappi, paguen el Seguro Social de los conductores y repartidores asociados.

En principio podría parecer una buena medida para que más personas tengan acceso al IMSS. Actualmente más de 658,000 personas tienen trabajo en estas plataformas, pero más de la mitad laboran de medio tiempo, por lo que en principio de cuentas es muy difícil acreditar una relación laboral entre la aplicación y el prestador de servicios, que además lleva a cabo su labor, usando sus propios medios, ya sea auto, bicicleta o moto, sabiendo que podría no ser contratado durante esa jornada; es decir, es un oferente de servicios, no un trabajador cómo tal.

En segundo lugar, debemos decir que en 2021 en España se aprobó una reforma similar. Allá se le conoce como la Ley Rider, porque así se les llama a los repartidores en España. A cuatro años de esa disposición hay puntos que podemos aprender de lo ocurrido.

Lo primero que pasó, es que muchas personas dejaron de laborar en la plataforma porque los precios de los servicios aumentaron. El consumidor final es quien paga por el Seguro Social de los trabajadores y, en consecuencia, se eleva el costo y el precio final.

Al aumentar el precio, menos consumidores decidieron pedir estos servicios, por lo que redujo los ingresos de los conductores y repartidores y de los restaurantes, cuyas ventas a domicilio bajaron al subir el precio. Varias plataformas en México han advertido que el precio del servicio podría subir hasta 40% si se implementa esta medida.

Ahora bien, al solamente obligar a los conductores y repartidores de plataformas a contar con el Seguro Social y no obligar a taxistas, microbuseros o choferes de diversas unidades a tener esta prestación, es evidente que estamos hablando de una medida política, que busca atraer votos tanto de los supuestamente beneficiados conductores y repartidores, así como de sus familiares y amigos y del público en general que podría pensar que beneficiará a un segmento de la población, aunque ello no suceda.

Finalmente debemos decir que es claro que el IMSS Bienestar que es el sistema universal de salud que el expresidente López Obrador decía que era el mejor del mundo, realmente no lo es y no funciona. Si así fuera, la solución sería afiliar a estas personas al mismo y mantener los costos sin aumentos y los precios finales no subirían.

Es claro que la autoridad no está buscando como mejorar los servicios, o como aumentar el poder adquisitivo de las personas, sino encontrar nuevas formas de incrementar su recaudación, además de obtener votos adicionales con medidas populistas, que lejos de mejorar el bienestar de este segmento de la población, lo reducen de forma significativa, como ha quedado demostrado en otros países.


Carlos López Jones

Director de Consultoría en Tendencias.com.mx

En X: @Carloslopezjone

El Substack de CARLOS

Actualmente se discute en el Congreso de Ciudad de México una disposición para que las plataformas como Uber, Didi, Rappi, paguen el Seguro Social de los conductores y repartidores asociados.

En principio podría parecer una buena medida para que más personas tengan acceso al IMSS. Actualmente más de 658,000 personas tienen trabajo en estas plataformas, pero más de la mitad laboran de medio tiempo, por lo que en principio de cuentas es muy difícil acreditar una relación laboral entre la aplicación y el prestador de servicios, que además lleva a cabo su labor, usando sus propios medios, ya sea auto, bicicleta o moto, sabiendo que podría no ser contratado durante esa jornada; es decir, es un oferente de servicios, no un trabajador cómo tal.

En segundo lugar, debemos decir que en 2021 en España se aprobó una reforma similar. Allá se le conoce como la Ley Rider, porque así se les llama a los repartidores en España. A cuatro años de esa disposición hay puntos que podemos aprender de lo ocurrido.

Lo primero que pasó, es que muchas personas dejaron de laborar en la plataforma porque los precios de los servicios aumentaron. El consumidor final es quien paga por el Seguro Social de los trabajadores y, en consecuencia, se eleva el costo y el precio final.

Al aumentar el precio, menos consumidores decidieron pedir estos servicios, por lo que redujo los ingresos de los conductores y repartidores y de los restaurantes, cuyas ventas a domicilio bajaron al subir el precio. Varias plataformas en México han advertido que el precio del servicio podría subir hasta 40% si se implementa esta medida.

Ahora bien, al solamente obligar a los conductores y repartidores de plataformas a contar con el Seguro Social y no obligar a taxistas, microbuseros o choferes de diversas unidades a tener esta prestación, es evidente que estamos hablando de una medida política, que busca atraer votos tanto de los supuestamente beneficiados conductores y repartidores, así como de sus familiares y amigos y del público en general que podría pensar que beneficiará a un segmento de la población, aunque ello no suceda.

Finalmente debemos decir que es claro que el IMSS Bienestar que es el sistema universal de salud que el expresidente López Obrador decía que era el mejor del mundo, realmente no lo es y no funciona. Si así fuera, la solución sería afiliar a estas personas al mismo y mantener los costos sin aumentos y los precios finales no subirían.

Es claro que la autoridad no está buscando como mejorar los servicios, o como aumentar el poder adquisitivo de las personas, sino encontrar nuevas formas de incrementar su recaudación, además de obtener votos adicionales con medidas populistas, que lejos de mejorar el bienestar de este segmento de la población, lo reducen de forma significativa, como ha quedado demostrado en otros países.


Carlos López Jones

Director de Consultoría en Tendencias.com.mx

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