Este domingo 8 de septiembre se caracterizó por su elevado rating político por la polémica reforma judicial.
La iniciativa de Andrés Manuel López Obrador despertó a indecisos y a quienes se habían mantenido al margen de las decisiones presidenciales.
Durante la movilización de este domingo, estudiantes de diversas universidades públicas y privadas participaron en la protesta del Ángel de la Independencia al Senado de la República.
Hay que recordar que por una decisión menor a la que hoy se discute, nació el Consejo Estudiantil Universitario (CEU).
Precisamente de esa movilización surgieron quienes hoy gobiernan y van a gobernar el país. Un claro e inmediato ejemplo, es la presienta electa Claudia Sheihaum.
Eran recurrentes las asambleas en el Auditorio Che Guevara a donde asistía Sheinbaum acompañando a su pareja de entonces Carlos Imaz.
Martí Batres, actual jefe de gobierno de la Ciudad de México también surgió de las filas estudiantiles inconformes con el régimen en turno.
Pero hoy desde el poder descalifican la libre manifestación de los estudiantes, acusándolos de ser engañados como lo dijo López Obrador.
Paralelamente cobra fuerza el número 43 que ha perseguido a López Obrador durante todo su gobierno.
Prometió resolver la desaparición de los estudiantes de la normal de Ayotzinapa, y nada.
Los familiares de los desaparecidos, no se dan por vencidos, pero se llevan a cuestas la decepción que les ocasionó el gobierno que presumió ser de la transformación.
Paradójicamente, hoy el número 43, es el número de senadores que eventualmente se convirtieron en el bloque de contención a la reforma judicial.
Es decir que, si ese bloque de senadores de la oposición se mantiene firme en contra de la reforma, ésta no pasará.
La movilización, los discursos y demás expresiones contra la reforma judicial, se ampliaron a otros sectores de la sociedad.
Paralelamente, las comisiones unidas del Senado iniciaron la tarde de ayer el proceso de dictaminación.
El constitucionalista Miguel Carbonell fue por demás contundente: “un gobierno que le declara la guerra al Estado constitucional de derecho, se aleja del pueblo”.
Jueces, magistrados y ministros de la Suprema Corte, marcharon ayer contra el proyecto obradorcita calificado como una aberración.
Sin embargo, la maquinaria morenita siguió al pie de la letra las instrucciones del Presidente. No se vislumbra freno alguno, van directo a su aprobación.
PROSPECCIÓN… La demolición del Poder Judicial no es la vía como se pretende, hay que tener el valor y la voluntad para dar pasos firmes y hacer los cambios profundos y necesarios para construir la paz, la justicia y la reparación que México tanto necesita, declaró la ministra presidenta de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) y del Consejo de la Judicatura Federal (CJF), Norma Lucía Piña Hernández, al presentar dos documentos que analizan, por una parte, un sistema integral de seguridad pública y justicia en México, resultado de un amplio diagnóstico que integra las necesidades reales, tanto de quienes tienen a su cargo funciones de seguridad y justicia, como de quienes interactúan con ellos; y la otra, es una propuesta que surge desde la Judicatura, que integra un proceso reflexivo y autocrítico de juezas, jueces, magistradas y magistrados. En su mensaje, la ministra presidenta fue acompañada de los ministros Juan Luis González Alcántara Carrancá, Jorge Mario Pardo Rebolledo, Luis María Aguilar Morales y los consejeros Lilia Mónica López Benítez, José Alfonso Montalvo Martínez y Sergio Javier Molina Martínez.
X: @JoelSaucedo
