Probablemente desde la época de Carlos Salinas no se había visto a un sector empresarial tan comprometido con un presidente como ayer el Consejo Coordinador Empresarial que en su reunión mensual de Consejo Nacional tuvo a la Claudia Sheinbaum como invitada especial, dicen ellos, para dialogar sobre las oportunidades y retos que enfrenta la IP. “Tenemos coincidencia en abordar con apertura la agenda de reformas constitucionales planteadas, entre ellas la del Poder Judicial, ya que la certeza jurídica es indispensable para seguir construyendo un país verdaderamente justo, para trabajadores y empresarios, para los jóvenes que ven con esperanza el futuro, para las mujeres que demandan vivir con tranquilidad. Las empresarias y los empresarios de México ofrecemos nuestra experiencia y visión para ir construyendo coincidencias desde este periodo de transición”, subrayó Francisco Cervantes, líder del CCE, y a quien hay que recordarle que las campañas ya pasaron. Por cierto, la estrella real del evento, la más buscada por las miradas de los empresarios y los cabilderos fue Altagracia Gómez Sierra, hija de Raymundo Gómez Flores uno de los empresarios más cercano a Salinas de Gortari.
Sin duda alguna, las mujeres serán quienes estarán al frente de la bancada de Morena en el Congreso de la Ciudad de México, pero aún no se sabe quién se pondrá ese estandarte y la lucha por debajo de la mesa es terrible. Ya hay candidatas y una de ellas es Elizabeth Mateos, aguerrida, conciliadora y que goza de las simpatías de sus compañeros y compañeras diputadas, hasta ahora es la candidata más fuerte y bien podría darles un susto a los compañeros varones que ya se creen seguros para ese puesto.
Ahora, resulta que entre las corrientes de Morena los golpes bajos, las puñaladas y la cizaña por la disputa de la coordinación parlamentaria crece. Son varios los apuntados pertenecientes a los diferentes núcleos de poder gestados en el morenismo y tras el resultado de las elecciones del pasado 2 de junio. El número uno en la lista de plurinominales es Néstor Núñez, alfil del senador y futuro diputado federal, Ricardo Monreal, que tiene un problema, le quieren cobrar el haber perdido la alcaldía Cuauhtémoc a manos de la aliancista Alessandra Rojo de la Vega.
Se dice que él lleva mano, pero nada está escrito. Valentina Batres es otro factor de poder. Tan sólo por el apellido, aunque aún no tiene la seguridad de que los tribunales electorales la ratifiquen como diputada plurinominal. Martha Ávila, la actual coordinadora de Morena, suena para ser ratificada dada la cercanía con la jefa de gobierno electa, Clara Brugada. Dicen que no ha hecho mal las cosas, pero lo cierto es que le faltó colmillo para lograr la ratificación de Ernestina Godoy como fiscal capitalina. Y Víctor Hugo Romo, también quiere liderar a la numerosa bancada que difícilmente se va a dejar controlar por tanto padrino político que tiene tras de sí.
Oiga, y en las filas de Morena, en el gobierno de Martí Batres y en el cuartel de Clara Brugada hay incertidumbre, puesto que no tienen la seguridad de que las autoridades electorales les concedan la sobrerrepresentación en el Congreso de la Ciudad de México. De manera irregular, manos ajenas presionaron al IECM para obligarlo a cambiar el acuerdo original del reparto de posiciones plurinominales, otorgándole a Morena siete curules más de lo que por norma le corresponde. Y si los tribunales avalan este truco le estarían permitiendo al IECM que tenga injerencia directa en las decisiones que competen única y exclusivamente al recinto de Donceles y Allende en la definición de los grupos parlamentarios. La moneda está en el aire y por lo menos los tribunales tardarán un mes para resolver la cascada de impugnaciones presentadas por el abuso en que incurrieron los consejeros electorales encabezados por su presidenta Patricia Avendaño Durán.
Es una realidad que las lluvias que trae la temporada de ciclones, ya sea por el atlántico o el pacífico, está siendo esperada por la sequía que afecta al país. Nos cuentan que parte de la estrategia de aprovechamiento de estas lluvias torrenciales, es el combate a incendios forestales y claro, el llenado de presas en los estados por donde pasan los meteoros. Nos confían que hay anhelo de que todos los pronósticos se cumplan y haya esta temporada cinco huracanes, 20 tormentas tropicales y claro, un saldo blanco. Que nadie deje de bailar a Tlaloc, para que se cumpla, ya que sistemas de ríos y presas como el Cutzamala se encuentran en niveles bajos e históricos.
PD: Sin propuestas para superar la crisis del agua que afecta a las familias del Valle de México, a la Conagua lo único que se le ocurre es cerrar el Cutzamala