Uno de los principales controles que se tienen en el Centro Histórico son las las organizaciones de comerciantes ambulantes que surgieron desde la época de Manuel Camacho Solís que era jefe del Departamento del Distrito Federal. De entonces a la fecha el control de la hoy alcaldía Cuauhtémoc se ha dividido en diferentes partes, unas de ellas asociadas al crimen organizado, otras a la policía de la CDMX y otras a los comerciantes. Hoy se puede decir que hay dos liderazgos visibles: María Rosete y Alejandra Barrios, que sin soltar el trono delegó mucho del trabajo político a Diana Sánchez Barrios. De lo último que hizo la familia Sánchez Barrios en la alcaldía fue crear una fuerza política que domina la demarcación y con esa fuerza fue que ganó, primero, la alcaldía Cuauhtémoc de la mano de Sandra Cuevas y en la última elección aportaron de una manera importante al triunfo de Alessandra Rojo de la Vega, ahora en ambas elecciones dominaron a los grupos que controla Dolores Padierna y René Bejarano.
El asunto es que el ataque a Diana Sánchez Barrios provocó una movilización muy importante dentro del nuevo gobierno de Clara Brugada a quien agarraron en plena crisis porque minutos antes hubo un ataque en el viaducto, muy cerca de Plaza Delta, contra una abogada penalista -Oralia “P”- que fue asesinada a balazos a bordo de una camioneta Durango color gris con un escudo oficial en el medallón. la policía informó que encontraron cartuchos de un arma automática que habrían sido percutidos; el caso es que ahora en el gobierno central tienen que pensar en quiénes y cómo van a controlar el Centro Histórico ya que el grupo de María Rosete se lo va a querer quedar y se va a necesitar, para la tranquilidad ciudadana, primero una mediación entre los dos grupos y luego ver quién se queda con qué zona. Un tercer punto es que se dice que Sandra Cuevas fue apoyada por los Sánchez Barrios y con eso fue que pudo transitar dos años, pero al final se perdió todo y ahora estaban con Rojo de la Vega que sola no va a poder controlar la alcaldía Cuauhtémoc.
Ojo, Diana Sánchez Barrios es diputada suplente y ya provocó que el Congreso de la CDMX demande el esclarecimiento del atentado. La coordinadora de Morena, Xóchitl Bravo Espinosa sostuvo que nunca más en esta ciudad “se nos violente por temas que tienen que ver con el género o por algunas otras circunstancias”. La coordinadora del PRD, Nora Arias, demandó la actuación inmediata de la Fiscalía y de la SSPC. Desde el PRI, Tania Larios demandó medidas extremas en el reforzamiento de la seguridad en el primer cuadro de la Ciudad de México.
Como colofón queda que el legado en el actual gobierno, deja pasar de noche a la familia de Ricardo Monreal, quien tiene al menos a seis familiares en posiciones políticas en altos niveles del aparato de gobierno. Bendecidos los nombres de David, Rodolfo, Saúl, Susana y Ana María y hasta Catalina, la acérrima enemiga de Alessandra Rojo de la Vega, con quien disputó la alcaldía Cuauhtémoc.
Tras la sentencia de Genaro García Luna en Estados Unidos, la oposición en las cámaras del Congreso de la Unión se pregunta por qué quienes fueron cercanos a él no están siendo investigados. El tema no es menor y parece que aún tiene mucho de qué hablar. Nos cuentan que se presentarán exhortos para abordar el tema, pero se anticipa que será un simple trámite, ya que, de haber algo relevante, habría salido a la luz durante el juicio.
Y ya que mencionamos a Felipe Calderón y Genaro García Luna, nos dicen que en el PAN algunos le tienen cosas que decir a Marko Cortés cuando lo vean en el Comité Ejecutivo. Al parecer, Cortés ha cuestionado al expresidente Calderón por la sentencia de García Luna, y le sugiere que “en lugar de indignarse, debería ofrecer disculpas”. Si bien la autocrítica es importante, la situación actual de Marko Cortés, quien atraviesa una caída en popularidad dentro de su partido, no parece mejorar con este tipo de comentarios. A menos que esté considerando cambiarse a otro partido, esta postura no le está ayudando.
PD: Clara Luz Flores, diputada de Nuevo León, solicitó licencia para dejar su puesto en el Congreso y asumir la responsabilidad de la Unidad de Asuntos Religiosos, Prevención y Reconstrucción del Tejido Social, dentro de la Secretaría de Gobernación, dirigida por Rosa Icela Rodríguez. La legisladora agradeció la invitación personal de la presidenta Claudia Sheinbaum para integrarse a su equipo. Tras su salida del Congreso, Patricia Palacios será quien la sustituya como legisladora federal por Morena, representando a Nuevo León.