/ lunes 30 de septiembre de 2024

Paz y Reconciliación / Prefiero ateos inteligentes que políticos dogmáticos

El padre Manuel Olimón Nolasco, excelente profesor de historia de la Iglesia, solía repetir lo que el obispo de Tepic decía: -¡Prefiero lidiar con políticos ateos que con políticos católicos!

Luego el obispo de Tepic explicaba, en voz de Olimón, que la relación con los ateos inteligentes podía llegar a ser más enriquecedora porque era una relación de respeto y de diálogo, no de subordinación.

Esta historia viene al caso porque leí lo que los periodistas, Simon Romero y Natalie Kitroeff escribieron, en junio pasado en New York Times, un perfil de Claudia Sheinbaum sobre su vida alrededor de la fe o expresión religiosa.

Carlos Sheinbaum Yoselevitz, era hijo de judíos asquenazí que huyeron de Lituania a principios del siglo XX, mientras que Annie Pardo Cemo, es hija de judíos sefardíes de Bulgaria. Ambos científicos, universitarios y simpatizantes de los movimientos de izquierda. En una entrevista al NYT (2020) Claudia Sheinbaum expresó: “Mis padres siempre fueron ateos… Nunca pertenecí a la comunidad judía”.

Ha sido criticada por usar vestimentas o frases a pesar de que no es creyente. Por ejemplo, durante la campaña usó una falda con la imagen de la Virgen de Guadalupe, se le cuestionó por qué lo usaba si no creía en la Virgen, ni en Dios; también se le cuestionó si profesaba alguna religión a lo que contestó: “Soy una mujer de fe y soy una mujer de ciencia”.

Sin embargo, como parte de su acercamiento a los católicos, el 15 de febrero de este año, la candidata Sheinbaum se reunió con el Papa Francisco y expresó que siente por Francisco “una profunda admiración por su pensamiento humanista”, también describió al Pontífice como “uno de los líderes y pensadores globales más grandes de los últimos tiempos”.

“Quienes me han escuchado, saben que en muchos de mis discursos repito una frase del Papa Francisco que dice: la única manera lícita de mirar de arriba a abajo a alguna persona es cuando le das la mano para levantarse. Es una de las líneas más profundas y hermosas sobre la fraternidad y la igualdad que he escuchado”.

“Hoy tuve el gran privilegio de ser recibida por el Papa Francisco en su despacho privado en Santa Marta. Fue una hora excepcional que nunca olvidaré, con una forma sencilla y cálida que muestra su grandeza. Tengo una profunda admiración por su pensamiento humanista. Me regaló grandes consejos de vida”.

Aunque a la nueva presidenta le persigue el fantasma de López Obrador, en los últimos meses ha dado señales que es una mujer de diálogo, respeto y tolerancia a creencias religiosas de otras personas, sin ser creyente.

Habrá que darle tiempo y esperar su actuar como presidenta de la República. Lo mejor que nos puede pasar es que marque una distancia y unas actitudes diferentes respecto a López Obrador.

Lo peor que nos puede pasar, como dijera el Obispo de Tepic, es que tengamos que lidiar como católicos con políticos ateos dogmáticos que no tiendan puentes.

El padre Manuel Olimón Nolasco, excelente profesor de historia de la Iglesia, solía repetir lo que el obispo de Tepic decía: -¡Prefiero lidiar con políticos ateos que con políticos católicos!

Luego el obispo de Tepic explicaba, en voz de Olimón, que la relación con los ateos inteligentes podía llegar a ser más enriquecedora porque era una relación de respeto y de diálogo, no de subordinación.

Esta historia viene al caso porque leí lo que los periodistas, Simon Romero y Natalie Kitroeff escribieron, en junio pasado en New York Times, un perfil de Claudia Sheinbaum sobre su vida alrededor de la fe o expresión religiosa.

Carlos Sheinbaum Yoselevitz, era hijo de judíos asquenazí que huyeron de Lituania a principios del siglo XX, mientras que Annie Pardo Cemo, es hija de judíos sefardíes de Bulgaria. Ambos científicos, universitarios y simpatizantes de los movimientos de izquierda. En una entrevista al NYT (2020) Claudia Sheinbaum expresó: “Mis padres siempre fueron ateos… Nunca pertenecí a la comunidad judía”.

Ha sido criticada por usar vestimentas o frases a pesar de que no es creyente. Por ejemplo, durante la campaña usó una falda con la imagen de la Virgen de Guadalupe, se le cuestionó por qué lo usaba si no creía en la Virgen, ni en Dios; también se le cuestionó si profesaba alguna religión a lo que contestó: “Soy una mujer de fe y soy una mujer de ciencia”.

Sin embargo, como parte de su acercamiento a los católicos, el 15 de febrero de este año, la candidata Sheinbaum se reunió con el Papa Francisco y expresó que siente por Francisco “una profunda admiración por su pensamiento humanista”, también describió al Pontífice como “uno de los líderes y pensadores globales más grandes de los últimos tiempos”.

“Quienes me han escuchado, saben que en muchos de mis discursos repito una frase del Papa Francisco que dice: la única manera lícita de mirar de arriba a abajo a alguna persona es cuando le das la mano para levantarse. Es una de las líneas más profundas y hermosas sobre la fraternidad y la igualdad que he escuchado”.

“Hoy tuve el gran privilegio de ser recibida por el Papa Francisco en su despacho privado en Santa Marta. Fue una hora excepcional que nunca olvidaré, con una forma sencilla y cálida que muestra su grandeza. Tengo una profunda admiración por su pensamiento humanista. Me regaló grandes consejos de vida”.

Aunque a la nueva presidenta le persigue el fantasma de López Obrador, en los últimos meses ha dado señales que es una mujer de diálogo, respeto y tolerancia a creencias religiosas de otras personas, sin ser creyente.

Habrá que darle tiempo y esperar su actuar como presidenta de la República. Lo mejor que nos puede pasar es que marque una distancia y unas actitudes diferentes respecto a López Obrador.

Lo peor que nos puede pasar, como dijera el Obispo de Tepic, es que tengamos que lidiar como católicos con políticos ateos dogmáticos que no tiendan puentes.