/ lunes 19 de agosto de 2024

Paz y Reconciliación / Cómo ganar fieles y No Morir en el Intento (segunda parte)

La semana pasada expliqué las razones por las que la Iglesia Católica y otras expresiones de fe han perdido fieles o membresía y que continuar en la misma actitud monopólica, cerrada y sin modificar la narrativa y reinventarse, están condenada a tener menos fieles, influencia social y dinero.


A raíz de lo publicado, varios amigos, miembros de la jerarquía de la Iglesia Católica y de otras Iglesias, nos hicieron llegar comentarios que analizan las consecuencias de la pérdida de valores religiosos, morales y éticos; en un contexto de avance sin retorno de las tecnologías de la información y en el que la propuesta educativa por el nuevo gobierno es contraria a una visión judeocristiana de la vida.


Estudiosos de las Iglesias hacen varias reflexiones:


“Tenemos que estar conscientes que hoy muchos valores tradicionales están en duda, el papel de las Iglesias y expresiones de fe, donde la escala de valores se rige por una cultura individualista e inmediatista”.


Hoy más que nunca está cuestionado el papel de las Iglesias y de los credos tradicionales. La escala de valores cambió o se modifica de acuerdo a la conveniencia personal. Es momento de hacer un alto en el camino y evaluar dónde estamos parados y cómo las nuevas generaciones van a enfrentar el futuro inmediato.


Es cierto que las religiones imponían un marco de referencia en valores y conductas que permitía funcionar más o menos bien a la sociedad en un ámbito de respeto. Los 10 mandamientos eran reglas de conducta bien definidas: 5 en torno a la familia y los segundos 5 con la sociedad. ¡Hoy todo está en duda!


El modelo educativo está en crisis porque el marco de referencia tradicional cambió en buena medida el avance de la ciencia, dejamos de ser una sociedad urbana a una una global por la fuerza de la velocidad tecnología. Muchos jóvenes no creen en los valores tradicionales, en la narrativa de la vida en que crecimos los adultos, pero están indefinidos en lo que creen.


Las redes sociales son las nuevas salvaguardas y todo lo que leemos en 140 caracteres es el abrevadero cultural. Los nuevos profetas son los influencers y casi todos no promueven valores que rebasen esta generación.


A juzgar por los resultados, los problemas sociales en materia de inseguridad, distribución de la riqueza, inequidad de género y respeto a los derechos humanos, las políticas públicas han sido un desastre; pero también el trabajo de orientación social y religiosa de sacerdotes, pastores, rabinos, líderes religiosos y maestros. Todos están reprobados y deben hacer un diagnóstico objetivo de por qué falló y qué se debe hacer para cambiar.


A poco la salvación a la crisis de valores está nueva ¿Qué va a pasar en México con la llamada "nueva escuela mexicana"? un modelo que va a ideologizar y adoctrinar a la niñez.


Yo en lo personal, no creo en las religiones como las enseñan hoy. Pero si creo en los códigos de conducta como los 10 mandamientos que deberían de guiar a todos siempre. Si creo en el poder de las Iglesias y su poder se distribución de las ideas y de educar.


¿Qué debe hacer la Iglesia, los diversos credos, (jerarquía y laicos) para revertir la pérdida de influencia y seguidores entre los católicos en participar y en la sociedad en general?¿Qué se debe hacer para recuperar a los jóvenes y no perder “clientela” con otras expresiones de fe?

Proponen una nueva narrativa, sino actitudes nuevas:

Urge una feligresía en camino, más dinámica, que salga de sus zonas de seguridad y de confort, donde está estática y tullida.

-A las nuevas generaciones le vendría bien esforzarnos en humanizar la Iglesia, más que divinizarla, ser más compasiva y misericordiosa.

-Urgen pastores con olor a oveja y no a perfume.

-Recuperar una Iglesia más madre y menos madrastra, que se ocupe más por los santos de carne y hueso.

-El mundo actual necesita místicos de ojos abiertos con la mirada puesta en el suelo y no en el cielo.

La semana pasada expliqué las razones por las que la Iglesia Católica y otras expresiones de fe han perdido fieles o membresía y que continuar en la misma actitud monopólica, cerrada y sin modificar la narrativa y reinventarse, están condenada a tener menos fieles, influencia social y dinero.


A raíz de lo publicado, varios amigos, miembros de la jerarquía de la Iglesia Católica y de otras Iglesias, nos hicieron llegar comentarios que analizan las consecuencias de la pérdida de valores religiosos, morales y éticos; en un contexto de avance sin retorno de las tecnologías de la información y en el que la propuesta educativa por el nuevo gobierno es contraria a una visión judeocristiana de la vida.


Estudiosos de las Iglesias hacen varias reflexiones:


“Tenemos que estar conscientes que hoy muchos valores tradicionales están en duda, el papel de las Iglesias y expresiones de fe, donde la escala de valores se rige por una cultura individualista e inmediatista”.


Hoy más que nunca está cuestionado el papel de las Iglesias y de los credos tradicionales. La escala de valores cambió o se modifica de acuerdo a la conveniencia personal. Es momento de hacer un alto en el camino y evaluar dónde estamos parados y cómo las nuevas generaciones van a enfrentar el futuro inmediato.


Es cierto que las religiones imponían un marco de referencia en valores y conductas que permitía funcionar más o menos bien a la sociedad en un ámbito de respeto. Los 10 mandamientos eran reglas de conducta bien definidas: 5 en torno a la familia y los segundos 5 con la sociedad. ¡Hoy todo está en duda!


El modelo educativo está en crisis porque el marco de referencia tradicional cambió en buena medida el avance de la ciencia, dejamos de ser una sociedad urbana a una una global por la fuerza de la velocidad tecnología. Muchos jóvenes no creen en los valores tradicionales, en la narrativa de la vida en que crecimos los adultos, pero están indefinidos en lo que creen.


Las redes sociales son las nuevas salvaguardas y todo lo que leemos en 140 caracteres es el abrevadero cultural. Los nuevos profetas son los influencers y casi todos no promueven valores que rebasen esta generación.


A juzgar por los resultados, los problemas sociales en materia de inseguridad, distribución de la riqueza, inequidad de género y respeto a los derechos humanos, las políticas públicas han sido un desastre; pero también el trabajo de orientación social y religiosa de sacerdotes, pastores, rabinos, líderes religiosos y maestros. Todos están reprobados y deben hacer un diagnóstico objetivo de por qué falló y qué se debe hacer para cambiar.


A poco la salvación a la crisis de valores está nueva ¿Qué va a pasar en México con la llamada "nueva escuela mexicana"? un modelo que va a ideologizar y adoctrinar a la niñez.


Yo en lo personal, no creo en las religiones como las enseñan hoy. Pero si creo en los códigos de conducta como los 10 mandamientos que deberían de guiar a todos siempre. Si creo en el poder de las Iglesias y su poder se distribución de las ideas y de educar.


¿Qué debe hacer la Iglesia, los diversos credos, (jerarquía y laicos) para revertir la pérdida de influencia y seguidores entre los católicos en participar y en la sociedad en general?¿Qué se debe hacer para recuperar a los jóvenes y no perder “clientela” con otras expresiones de fe?

Proponen una nueva narrativa, sino actitudes nuevas:

Urge una feligresía en camino, más dinámica, que salga de sus zonas de seguridad y de confort, donde está estática y tullida.

-A las nuevas generaciones le vendría bien esforzarnos en humanizar la Iglesia, más que divinizarla, ser más compasiva y misericordiosa.

-Urgen pastores con olor a oveja y no a perfume.

-Recuperar una Iglesia más madre y menos madrastra, que se ocupe más por los santos de carne y hueso.

-El mundo actual necesita místicos de ojos abiertos con la mirada puesta en el suelo y no en el cielo.