Olvídese de las deudas ¿Usted podría rentarme uno de sus riñones?
Le escribo a usted que se encuentra preocupado por las deudas. La oferta que le hago es muy sencilla, le pido que me rente su riñón, el que mejor le funcione. Comprenderá que todas y todos tenemos derecho a la salud, por lo tanto, tenemos derecho a un riñón si es que el nuestro no sirve. Además, rentar el riñón que mejor le sirva nos dará felicidad. ¿Acaso la felicidad no es un derecho natural? Bueno, pues le ofrecemos los gastos hospitalarios de aquí al tiempo durante el cual nos pueda subrogar su riñón más una cantidad por el agradecimiento.
Así de absurdo, abusivo e ilegal como se lee esta falsa oferta para rentar un riñón, hay miles de anuncios en internet ofertándole a las mujeres acuerdos ridículos por rentar sus vientres y donar sus óvulos. De Tabasco a Guerrero, Veracruz y CDMX hay agencias y clínicas de fertilidad reclutando jovencitas muy necesitadas o mujeres en edad reproductiva para “granjas” de bebés.
La ignorancia y el regenteo. Juntar a las dos partes permite que corporaciones mantengan la mayor cantidad de los caros tratamientos que superan los 600 mil pesos en el mercado y se traduce a 100 mil, a lo mucho, para alguna de las reclutadas “para la renta”. Un embarazo implica riesgos a la salud, riesgo de muerte en el parto y varias enfermedades como esquizofrenia de embarazo, diabetes, preclamsia, depresión post-parto o afectaciones crónicas. ¿Nació enfermo o con malformaciones? Posiblemente, los compradores rechacen al producto y también rechacen cubrir los gastos del parto. Desaparecer. Nada ni nadie lo impide.
El Papa Francisco cree que es una práctica inhumana; las feministas abolicionistas buscan tipificarlo como una modalidad de trata de personas y explotación; las mujeres de izquierda acusan la mercantilización de nuestros cuerpos y Morena no se decide: La Senadora Olga Sánchez Cordero y otras “progres” quisieran darle entrada en la legislación, permitir que existan contratos entre agencias o parejas y mujeres para vender bebés y rentar vientres. Como rentar una panadería o comprar un pan hecho a la medida.
La subrogación de vientres o los mal llamados vientres de alquiles se tratan sobre la violencia más neoliberal contra la sexualidad de las mujeres y las infancias. Se llama violencia estructural y próximamente se convertirá en uno de los debates más acalorados a nivel nacional en el que hasta ahora, las mujeres van perdiendo: para Tabasco y Sinaloa, rentar vientres y vender bebés se considera legal y está legislado; en Tabasco está abierto a matrimonios y uniones de personas del mismo sexo o personas sin pareja. Coahuila, San Luis Potosí y Querétaro lo mantiene prohibido. La SCJN ha resuelto que es legal.
El asunto es: ¿Tener hijos es un derecho o únicamente es una posibilidad biológica? Las modalidades modernas de explotación vestidas de progresismo son las nuevas amenazas a la vida, salud y libertad de las mujeres. Paradójico.
Columna por Frida Gómez
Abogada y feminista
@FridaFerminita