/ martes 18 de junio de 2024

OPINIÓN POR VICENTE GUTIÉRREZ CAMPOSECO | Los empresarios y la economía nacional

El aporte de los empresarios para nuestro querido país es esencial en la economía nacional. La mayoría de las empresas mexicanas son pequeñas y medianas, pero, aun así, arriesgan su capital generando el 80% del empleo en nuestra nación. Por otro lado, las grandes empresas nacionales producen el 65% del PIB. El entorno actual ha dejado de manifiesto ciertos factores de inestabilidad en las estructuras organizacionales, que sugieren la necesidad de ajustar la operación y, en algunos casos, incluso la redefinición del modelo de negocio. En este sentido, transformar o reforzar capacidades en aspectos clave es una iniciativa fundamental para la mayoría de las empresas.

Los empresarios nunca le hemos fallado a México a pesar de malos gobiernos, políticas erróneas, tramitología burócrata e incluso, actos de corrupción de algunos “servidores públicos”. Otro desafío que enfrentan las empresas en México es la competencia desleal del negocio informal. Este sector ha proliferado en los últimos años y, aunque es parte de la economía mexicana, no genera ingresos fiscales. Se basa en prácticas ilegales como la producción y venta de productos piratas, creando una competencia desigual para las empresas legalmente establecidas.

Las empresas en México juegan un papel fundamental en la economía y la sociedad del país. Con 4.2 millones de unidades económicas, más del 90% son pequeñas y medianas empresas (Pymes), que generan el 78% de los empleos en el país. Aunque las Pymes son la columna vertebral de la economía mexicana, son las grandes empresas las que generan una mayor contribución. Por lo tanto, es crucial valorar tanto a las grandes como a las pequeñas y medianas empresas por su impacto en la economía mexicana.

Debo destacar que, a pesar de la importancia de las Pymes, enfrentan diferentes desafíos para desarrollarse plenamente. Por ejemplo, su inversión en tecnología e infraestructura es muy baja, representando solo el 0.5% y el 0.7%. Por lo tanto, es fundamental resolver los desafíos para seguir fortaleciendo a las empresas en México. Formalizar sus operaciones, obtener acceso al financiamiento y a los mercados en los principales núcleos poblacionales, así como, contar con múltiples establecimientos desde el inicio y pertenecer a un sector relativamente diversificado.

Creo yo que, fortalecer el Sector empresarial mexicano y adecuar las políticas públicas para enfocarlas en reducir la informalidad y la evasión fiscal, limitar el poder de mercado en sectores con altos grados de concentración y ampliar el acceso a los servicios financieros, es el camino prioritario para fortalecer nuestra economía. Las inversiones en infraestructura pueden ayudar a conectar mejor las regiones alejadas con los principales centros urbanos del país y, también, a generar más empleos dignos y competitividad en el mercado internacional. Por ende, el gobierno mexicano debe implementar diversas políticas de apoyo a empresas en México, incluyendo la creación de fondos de financiamiento, la protección ante cambios económicos y la clasificación de las empresas según su tamaño.


El aporte de los empresarios para nuestro querido país es esencial en la economía nacional. La mayoría de las empresas mexicanas son pequeñas y medianas, pero, aun así, arriesgan su capital generando el 80% del empleo en nuestra nación. Por otro lado, las grandes empresas nacionales producen el 65% del PIB. El entorno actual ha dejado de manifiesto ciertos factores de inestabilidad en las estructuras organizacionales, que sugieren la necesidad de ajustar la operación y, en algunos casos, incluso la redefinición del modelo de negocio. En este sentido, transformar o reforzar capacidades en aspectos clave es una iniciativa fundamental para la mayoría de las empresas.

Los empresarios nunca le hemos fallado a México a pesar de malos gobiernos, políticas erróneas, tramitología burócrata e incluso, actos de corrupción de algunos “servidores públicos”. Otro desafío que enfrentan las empresas en México es la competencia desleal del negocio informal. Este sector ha proliferado en los últimos años y, aunque es parte de la economía mexicana, no genera ingresos fiscales. Se basa en prácticas ilegales como la producción y venta de productos piratas, creando una competencia desigual para las empresas legalmente establecidas.

Las empresas en México juegan un papel fundamental en la economía y la sociedad del país. Con 4.2 millones de unidades económicas, más del 90% son pequeñas y medianas empresas (Pymes), que generan el 78% de los empleos en el país. Aunque las Pymes son la columna vertebral de la economía mexicana, son las grandes empresas las que generan una mayor contribución. Por lo tanto, es crucial valorar tanto a las grandes como a las pequeñas y medianas empresas por su impacto en la economía mexicana.

Debo destacar que, a pesar de la importancia de las Pymes, enfrentan diferentes desafíos para desarrollarse plenamente. Por ejemplo, su inversión en tecnología e infraestructura es muy baja, representando solo el 0.5% y el 0.7%. Por lo tanto, es fundamental resolver los desafíos para seguir fortaleciendo a las empresas en México. Formalizar sus operaciones, obtener acceso al financiamiento y a los mercados en los principales núcleos poblacionales, así como, contar con múltiples establecimientos desde el inicio y pertenecer a un sector relativamente diversificado.

Creo yo que, fortalecer el Sector empresarial mexicano y adecuar las políticas públicas para enfocarlas en reducir la informalidad y la evasión fiscal, limitar el poder de mercado en sectores con altos grados de concentración y ampliar el acceso a los servicios financieros, es el camino prioritario para fortalecer nuestra economía. Las inversiones en infraestructura pueden ayudar a conectar mejor las regiones alejadas con los principales centros urbanos del país y, también, a generar más empleos dignos y competitividad en el mercado internacional. Por ende, el gobierno mexicano debe implementar diversas políticas de apoyo a empresas en México, incluyendo la creación de fondos de financiamiento, la protección ante cambios económicos y la clasificación de las empresas según su tamaño.


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