/ martes 19 de noviembre de 2024

Opinión por Vicente Gutiérrez Camposeco / Kent Salazar, de embajador a chimoldrufia

¿Alguna vez han sentido que algo no marcha bien en la política? ¿Han tenido la sensación de que alguien miente y está estancado en una situación que no le hace feliz? Muchas veces, esto se debe a que algunas personas no están dispuestas a asumir su responsabilidad en la toma de decisiones, y prefirieren culpar a los demás o a las circunstancias del momento. Bueno, pues todo indica que esta es la situación que vive hoy el actual embajador de Estados Unidos en México. Kent Salazar que, paso de ser la princesa de la diplomacia gringa a la chimoldrufia, justo después de que su candidata perdió y él ya se va. Evidentemente las declaraciones del nefasto enviado americano no es más que un acto de cobardía, “como dice una cosa. Dice la otra”.

Tras los comentarios de Ken Salazar, embajador de Estados Unidos en México, quien aseguró que el expresidente Andrés Manuel López Obrador, nunca aceptó ayuda en seguridad y ello terminó en que la estrategia de “abrazos, no balazos” no funcionara, bien reacciono la presidenta de México Claudia Sheinbaum Pardo, a esta postura, al decir que el diplomático es incongruente porque no tiene coherencia en lo que opina. “Vale la pena decirlo, hay diferencias entre lo que dice el embajador de Estados Unidos un día, con lo que dice otro día”.

Rápido se le olvido al politiquillo gringo que, en una ocasión en un solo mes se le recibió en Palacio Nacional 18 veces y en el año 2022, el ex presidente de México, Andrés Manuel López Obrador (AMLO), salió en su defensa, tras la publicación de un artículo en The New York Times que indicaba que funcionarios estadounidenses desconfiaban de Salazar. El embajador fue acusado de alinearse más con las políticas de AMLO que con las de la Casa Blanca. En ese momento, López Obrador expresó que Salazar era su amigo, describiéndolo como un hombre bueno, sensato y un político muy responsable.

El Atípico y prepotente; todavía embajador de Estados Unidos en México, Kent Salazar, tendrá que apechugar y resignarse a pasar sus últimos días de “embajador” como un incómodo personaje que, paso de ser amable a lambiscón intentando, con declaraciones decrepitas, ensuciar la diplomacia nacional. Un machito pues que le aposto a un proyecto perdedor y se vuelve incierto su futuro. Una contradictoria actitud con tintes de prepotencia, falta de respeto e injerencista…seguramente buscando que Trump lo vea.